Bº SIGLO XXI

Fiscal acusó al cadete de inducir a hermano policía en usar pistola en homicidio de "Chuna" Barraza

Los nuevos cargos son reprimidos solo con prisión perpetua. La defensa contragolpearía con planteos de nulidades.

El cadete Diego Sebastián y su hermano policía, Enrique David Arévalo, continuarán privados de la libertad, ya que la Fiscalía les agravó ayer las imputaciones por el crimen de Roque Jesús Barraza ("Chuna") y el proceso ahora es investigado por Gendarmería Nacional.

En audiencia, la fiscal Celia Mussi acusó ayer a Enrique David Arévalo por presunto "homicidio agravado por su condición de funcionario policial, artículo 79 y 80 inciso 9, del Código Penal".

En idéntica magnitud, la funcionaria atribuyó a su hermano, Diego Sebastián Arévalo cargos como "partícipe necesario por inducción", artículos 79 y 80. La inducción "es la actuación consistente en convencer o determinar intencionalmente a otra persona para que cometa un delito, pero sin que el inductor participe en la ejecución del delito", precisan las normas vigentes.

Pese al hermetismo total con el que Mussi blinda los primeros pasos del proceso, se sospecha que el domingo pasado el cadete habría persuadido a su hermano para que buscase su pistola reglamentaria 9 mm. y abatiese de un certero a la cabeza de "Chuna", en el Bº Siglo XXI.

El escenario fue una vivienda, por cuyo frente habrían pasado al menos una docena de adolescentes que habrían insultado a Enrique David, con una respuesta en ese tono. Dentro, se encontraban reunidos 6 hombres y dos mujeres: eran cinco policías, un cadete, una policía y una cadete de la fuerza.

En audiencia, la fiscal manifestó que de los testimonios de los testigos emana que el cadete convenció a su hermano para que terminase una "lluvia" de piedras externas, recurriendo al arma reglamentaria. Tal cual, Enrique David abrió fuego y mató a "Chuna". Con ello, dispersó a los otros jóvenes, pero desconociendo que la víctima no arribó a unírsele al grupo, sino a dispersarlo a sus casas.

Con la muerte de "Chuna", tres días después Mussi puso en órbita ayer a los dos hermanos Arévalo, al contextualizarles la magnitud y gravedad por la sangre derramada.

Escenario entre gris y negro

Si en estas condiciones hoy arribasen a juicio y fuesen condenados, a los dos hermanos los espera invariablemente sendas condenas a prisión perpetua.

La batalla legal incluyó un pedido de la defensa, a cargo de Luis Palavecino, tras la libertad del cadete, pero la nueva imputación dejó sin argumentos al letrado, ya que se trata de delito no excarcelable. Los dos jóvenes retornaron a su lugar de detención, apesadumbrados, quebrados ante la realidad.

Gendarmería, al mando de las pericias que se vienen

Ni bien la jueza María del Huerto Bravo Suárez (foto) notificó a los dos Arévalo que siguen tras las rejas, la fiscal Celia Mussi dio luz verde al pase de las pericias a expertos de Gendarmería Nacional.

Ello fue deslizado al cierre de esta edición, añadiéndose que a primera hora de hoy los funcionarios se harán cargo de la tarea clave que se viene: pericias al arma reglamentaria del policía y quizá a otras que llevaban esa madrugada los otros efectivos policiales.

Con la audiencia se abre un abanico de probabilidades: la defensa contragolpearía con planteos de nulidades y la familia de la víctima analiza ingresar al proceso como querellante.

Sumarios picantes

Cual cimbronazo de imprevisibles secuelas, Jefatura de Policía habría abierto sumario al menos para siete policías. Por un lado, los Arévalo enfrentan el proceso penal, a la vez, administrativamente, la fuerza investiga la conducta de los otros invitados a la fiesta.


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