Emma Thompson se animó a un desnudo a los 63 años
Pese a tener una carrera de 4 décadas, elogiada por su talento y su irreverencia, y que le ha valido dos premios Óscar, Thompson solo ha aparecido desnuda ante la cámara una vez, en una comedia de 1990.
Emma Thompson es una de las pocas actrices que en plena madurez mantiene su vigencia y es convocada a todo tipo de papeles, tanto para gigantescas producciones hollywoodenses como en producciones más pequeñas, como el estreno de "Buena suerte Leo Grande", que transcurre casi en su totalidad en la habitación de un hotel, con Thompson interpretando a una jubilada que le paga a un taxi boy para tener sexo.
La película de la australiana Sophie Hyde está construida alrededor de Emma Thompson, que compone a Nancy Stokes , una maestra de religión retirada, viuda y con un pasado monótono, que incluyó a un esposo bueno, tan atento como aburrido y conservador, el único hombre con el que se relacionó sexualmente.
Sin demasiadas obligaciones, con dos hijos adultos, por primera vez Nancy dispone de tiempo para reflexionar sobre su vida, en donde la insatisfacción sexual es una de sus frustraciones.
Y el presente le ofrece la oportunidad de contratar a un trabajador sexual de manera anónima a través de internet, una decisión osada que Nancy llevará adelante a pesar de los temores.
En este tipo de filmes, en donde casi todo el peso del relato se sostiene sobre él o la protagonista, se suele hablar de "tour de force", en el sentido de que además de talento, la interpretación requiere un particular esfuerzo.
Y en "Buena suerte Leo Grande", la actriz es la británica Emma Thompson, que con gloriosos 63 años se anima.
Se anima con una historia chiquita, pero que la compromete a estar en pantalla durante casi toda la hora y media del relato, se anima con un partenaire mucho menor (Daryl McCormack) con el que establece una intimidad absolutamente verosímil, y se anima al desnudo total y a dos o tres escenas de sexo, un arrojo ausente casi por completo para la representación de mujeres maduras en el cine y menos para estrellas como ella.
Emma Thompson hace lo suyo con solvencia en una película que tiene mucho de teatral, por eso no es descabellado imaginar variaciones de la puesta sobre los escenarios de todo el mundo, incluyendo la Argentina-, acompañada por un actor correcto como el irlandés Daryl McCormack, conocido por su trabajo en el clan de la serie "Peaky Blinders".
Con momentos confesionales, revelaciones sobre las historias de cada uno de los personajes, diálogos más o menos ingeniosos y una puesta amable y sin sobresaltos, lo que se espera de Thompson se cumple con creces.
La actriz británica no tiene nada que demostrar luego de una carrera extraordinaria, en la que figuran personajes como Beatriz en "Mucho ruido y pocas nueces" (1993, Kenneth Branagh); la joven reflexiva creada por Jane Austen frente al "desenfreno" de su hermana en "Sensatez y sentimiento" (1995, Ang Lee); la legendaria Nanny McPhee en "La niñera mágica" (2005, Kirk Jones); entre tantísimos más.