LA BANDA

Prisión preventiva para porteño que abusó de su hijastra y filmaba todos los ataques sexuales

El individuo habituaba tomar fotos y filmar a la víctima, a quien habría vejado entre los 13 y 17 años. Huyó y cayó en Buenos Aires el mes pasado.

A cuatro meses de la investigación, la Justicia de La Banda dictó ayer la prisión preventiva para un vendedor de automóviles porteño, acusado de abusar sexualmente de su hijastra, entre los 13 y 17 años, y haber guardado fotos y videos de tales vejámenes en una tarjeta de memoria de su celular.

En audiencia, el juez de Control y Garantías, Carlos Ordóñez Ducca, refrendó la medida que recayó en contra del sujeto, apresado el mes pasado en su provincia. La compleja investigación es potestad de la fiscal Ana Azar y la instructora Nahir Basbús.

La causa también tiene como querellante a la abogada Soledad Schejtman. “Abuso sexual con acceso carnal, agravado por la situación de convivencia preexistente con la víctima y tenencia de material pornográfico”, son los cargos enrostrados por la fiscal.

El horizonte del imputado asoma difuso, ya que en la tarjeta de memoria la Justicia halló fotos de menores desnudos, trascendió. Fundamentos del juez

En sus fundamentos, el magistrado tuvo en cuenta que estarían acreditadas las evidencias mencionadas.

“El grado de probabilidad necesario en esta etapa para determinar la probable materialidad de los hechos y la calificación de los hechos en la persona del imputado”, destacó el juez. Además, subrayó “el peligro de fuga y entorpecimiento de la investigación penal”. Según la denunciante, el 7 de febrero buscaba su DNI. Entre otros lugares, lo hizo en el pantalón de su esposo, 37, con quien contrajo enlace en 2016. De una relación anterior, es madre de dos adolescentes.

En el pantalón del individuo descubrió una tarjeta de memoria, cuyo contenido generó curiosidad. Ya sola, verificó su contenido y aparecieron imágenes horrendas, ent re fotos y videos.

En la diversidad de pornografía que su esposo consumía en grandes dosis, la esposa halló otras con su hija desnuda. Puesto en contexto, el marido filmaba a escondidas mientras la joven se duchaba. También había videos y fotos en que abusaba de la jovencita.

Habría otros en que la vejaba mientras dormía. Abundaban, manoseos, acceso, sexo oral y otras perversiones a las que la víctima era sometida. Entre amargada y asqueada, la mujer confrontó al porteño y éste (con suma violencia) la derribó al piso, empecinado en que le devolviese la tarjeta de memoria.

La mujer se repuso y en 24 horas él dejó el hogar. “Perdón por todo; que sean felices”, les habría escrito en mensajes de whatsapp destinados a madre e hija.

Sin perder tiempo, la progenitora formalizó la denuncia y Schejtman instó a la captura del individuo, quien “desapareció” de Santiago y buscó refugio en Buenos Aires.

Después de 40 días, una comisión policial hizo base en Buenos Aires y lo apresó y ahora enfrenta las consecuencias de sus actos. En forma paralela, la Justicia y querella impulsan otras medidas trascendentes para la causa, en especial a la hora del juicio oral.


Cautivas de una pesadilla y ávidas de la resiliencia

La odisea que la denunciante y su hija padecen desde febrero le generó a ambas muchos problemas. La mujer mayor sufrió una descompensación y perdió un embarazo. Esta grave y dolorosa situación fue plasmada en un escrito en que la querellante contribuyó a dimensionar las secuelas de la pesadilla de la que la familia aún no despierta.

A la vez, la Fiscalía dispuso la realización de múltiples pericias psicológicas y otros trámites a cargo de forenses del Poder Judicial, cuyas conclusiones hoy le quitan el sueño al acusado, que está preso en una dependencia en la ciudad de La Banda. Enfrente, madre e hija intentan ponerse de pie y buscar fortalezas anímicas y la necesaria resiliencia, para ayudarse a seguir adelante con sus vidas.

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