Por Adriana Sirito

El movimiento mundial del liderazgo humanista empresario

No existen compañías sin personas y negocios sin consumidores, cualquiera sea el servicio que brinden o producto que elaboren, siempre hay quienes van a consumirlo. La clave para generar riqueza en un mundo desigual es la sustentabilidad gestionada con humanidad.

 

No basta la tecnología, ni tampoco las buenas ideas sino son lideradas por personas virtuosas. No bastan los discursos de liderazgo motivacional si esas palabras no se traducen en acciones concretas con múltiple impacto. Décadas atrás parecía ser una mera utopía, pero la realidad y la productividad de las compañías, e investigaciones con sede en la universidad de Lucerna en Suiza, han empezado a demostrar que los líderes humanistas en mandos claves y gerenciales, generan mayor rentabilidad en los negocios. ¿Y cuál puede ser la razón? Este tipo de líderes capitanean equipos en torno a una práctica integral del cuidado con responsabilidad, hacia uno mismo, hacia los demás, hacia el planeta, y en consecuencia, hacia el negocio.

 

Esta estrategia de gestión empresarial es sin dudas un tema tan apasionante como novedoso en su ejercicio en los escenarios empresariales actuales. Pero el aspecto humano del trabajo no es una novedad. Los derechos humanos, los valores, y la ética en los negocios, son marcos de actuación que se traducen en reglas y legislación de supervivencia y convivencia que garantizan una mayor competitividad y rentabilidad de las compañías en un mundo cada vez más globalizado y tecnologizado.

 

Este enfoque humanista del liderazgo empresario valora el crecimiento de las personas porque las despliega en sus potencialidades y capacidades que se traducen en un mayor rendimiento organizacional y, en el corto y largo plazo generan un mayor bienestar. Considerando que los seres humanos pasamos una cuarta parte de nuestras vidas en el trabajo, deberíamos al menos, pasarla bien, aunque el término “bien”, tiende a ser relativo y subjetivo en ámbitos laborales donde los liderazgos están cargados de toxicidad, o las condiciones básicas de trabajo digno no se cumplen. Hechos que deterioran la salud mental y emocional de los trabajadores e inciden, negativamente en su vida personal y familiar porque atentan contra su dignidad, libertad y felicidad.

 

Potenciar liderazgos humanistas en las empresas, generadores de confianza, que potencien el desarrollo de las personas considerándolas, no como meros recursos sino eslabones únicos y preciados de la cadena productiva del trabajo, con adecuados niveles de participación e integración, y como parte imprescindible y necesaria del crecimiento del negocio y la economía del desarrollo. El gerenciamiento humanista empresarial está creciendo porque los signos de los tiempos así lo reclaman y los buenos resultados económicos los impulsan. Es un nuevo movimiento generacional empresarial que tiene una impronta muy marcada por una manera diferente del ser y hacer el negocio, impera un ADN gerencial del respecto, la humildad, la integridad, la responsabilidad, la pasión, la vocación, pero sobre todo un gran sentido de humana trascendencia.

 

Magister Adriana Sirito, Directora Regional de Sustentabilidad de Moody Brook Consultores, miembro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) y Profesora Universitaria (UCA).


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