ESPECIAL ANIVERSARIO

EL ESPLENDOR DE SANTIAGO DEL NUEVO MAESTRAZGO DEL RÍO DEL ESTERO

Por ALFONSO NASSIF, Poeta, recitador, antologuista, compilador.

1924. Este no es un número. Es un tiempo de la historia que iluminó las letras del mundo.

1924 París.

Se firman los manifiestos de los movimientos literarios de vanguardia: surrealismo, creacionismo, y dadaísmo. Ahora los idiomas no serán los mismos, las palabras multiplicarán nuevas interpretaciones. Cientos de figuras, principalmente en poesía cambian el signo. La “personificación”, una de las doscientas figuras literarias que movilizan el lenguaje, hacen que todo lo que existe sean personas. “Las paredes hablan”. Todo esto existía, pero ahora ya tiene ciudadanía de arte. Vicente Huidobro, el poeta que da vida al creacionismo dice: “En el puerto los días que se alejan”, no dice que se alejan los barcos- “Molino que mueles las horas”, no dice que muele cereales. Los dos ejemplos solamente nos llevan a una serie infinita de posibilidades en las metáforas, por ejemplo: Molino que mueles las sombras, el olvido, el destino.

1924 Buenos Aires.

Nuestras letras no estaban atrasadas ni un día en teorías estéticas. Borges, Brandam Carafa y poetas porteños de aquella época, firman el Manifiesto del “Ultraísmo” que, en definitiva, tiene los mismos postulados que el creacionismo-

“Ultraísmo” nombre propuesto por Cancino Hasem, un español estudioso de las lenguas antiguas, de quien Borges dijo, cuando le preguntaron: “Si alguna vez habló con algún genio”, y él respondió: “Genios no sé, pero dos semigenios sí, uno es Cancino Hasem y el otro es Xul Solar.

1924 Santiago del Estero.

Se publica el libro de poesía “Penúltimo poema del futbol” de Bernardo Canal Feijóo, de corte creacionista y surrealista. Santiago del Estero en arte siempre ha estado a la vanguardia.

Con Canal Feijóo se crea el gran movimiento literario: “La Brasa”. Las reuniones se realizaban en la casa del músico Maestro Manuel Gómez Carrillo (Sáenz Peña 123). Los jóvenes no sabían cómo bautizar a la nueva institución. Cuando llegaron a la casa del maestro, en mitad de la sala había una alfombra roja, y uno de los jóvenes dijo: “Parece una brasa”. Y ese fue el nombre elegido. Y según cuentan, todos aplaudieron y brindaron, mientras el maestro ejecutaba una chacarera.

La Brasa se mantuvo y se mantiene encendida en la memoria. El accionar de la Comisión que nunca tuvo presidente, fue desde 1925 hasta 1948, época en que comienza el éxodo de los poetas. Brillaron en “La Brasa”, además de Canal Feijóo, Blanca Irurzum, Clementina Rosa Quenel, Irma Reynol, Horacio Germinal Rava, Cristóforo Juárez, Emilio Christensen, Oscar R. Juárez y Luis S. Manzione, Mariano “Nano” Paz, Moisés Umansky, Martín Ibañez y otros. Muchos de ellos con premios nacionales.

Entre los músicos, el mismo Manuel Gómez Carrillo, Pedro Cinquigrani, el pintor Ramón Gómez Cornet, entre otros integrantes, y cierra esa época brillante, la novela “Shunko” de Jorge W. Ábalos

El conocimiento nacional e internacional de este importante movimiento atrajo a más de cien artistas, entre escritores, pintores, y músicos. También vinieron de otros países: como Waldo Frank de Estados Unidos, el Conde Keiserling de Alemania, ambos investigadores de la cultura universal. También Rafael Alberti de España, María Teresa León, su esposa y León Felipe entre otros. Del Perú, Juan Parra del Riego y Xavier Abril, integrantes del movimiento Trujillo (Perú,1915) donde participaba César Vallejo.

Parra del Riego, amigo de Canal Feijóo, publicó en el año 1918, el poema “Polirrítmo dinámico a Gradín jugador de Football”. Verdaderamente es un polirritmo, por cuanto los versos tienen desde una sílaba, que combina con otras de distinta medida, que llegan en algunos versos hasta veinte sílabas. Los poetas de otras naciones o provincias que asistieron a las reuniones, están en el libro “La Brasa” de Marta Cartier de Haman. En cuanto a los poemas de Parra del Riego figuran en las redes.

Posiblemente la palabra polirritmo aplicada a la poesía sea una creación de Parra del Riego.

1550 Santiago del Estero.

Volvamos al principio, al Verbo creador, en donde la historia escribió páginas de oro para los tiempos.

“ADELANTE SANTIAGO” era el grito y se abrió el pórtico para la entrada de las grandes fundaciones al sur de la tierra.

Nació la primera ciudad de nuestra futura República Argentina, con el nombre: Santiago del Nuevo Maestrazgo del Río del Estero y luego Santiago del Estero. En cincuenta años creó más de veinte ciudades, de las cuales quedan siete que iniciaron nuestra República Argentina

Desde Santiago del Estero se fundó Córdoba, La Rioja, Catamarca, Salta, Tucumán y Jujuy, que aún existen.

Cuatro veces ha sido creada la ciudad de Esteco. Una de esas fundaciones ha sido realizada por Francisco de Aguirre. También el mismo Santiago del Estero ha sido fundado cuatro veces. Todas las restantes ciudades han desaparecido por ataques de Pueblos Originarios, tal el caso de Córdoba del Calchaquí y otras. Este ha sido un momento de esplendor de Santiago y la admiración de América. Los viajeros que pasaron por Santiago, entre ellos algunos historiadores, consideraron que esto ha sido toda una hazaña, por la magnitud de esfuerzos y logros.

Las vicisitudes son parte de la existencia.

Cada fundación le costaba a esta gran ciudad, enviar, por ejemplo, cincuenta familias, armas y enceres de labranza, a tal punto, que cincuenta años después, en el 1600, los nuevos viajeros ya hablaban de un poblado de “veinte ranchos miserables”. Santiago lo ha dado todo, para la grandeza del país. En cambio, crecían Córdoba, Tucumán y Salta y la vieja ciudad quedó aletargada por varios siglos, casi sin recuperación, pero siguió luchando y brindando su sacrificio.

 Santiago del Estero. Tercer Milenio.

Santiago tenía nuevas esperanzas.

La vieja capital, la ciudad antigua comenzó a buscar su verdadero destino. Corría el año 2006 y a comienzos del ciclo lectivo había cientos de jóvenes que no tenían cupos para ingresar a primer año, no había bancos disponibles, ni establecimientos para el ingreso. Todo quedó solucionado en unos cuantos meses, y así comenzó como al principio a resolver cada uno de los problemas y a solucionar necesidades, a reparar falencias de edificios antiguos y levantar otros modernos.

Ya un siglo antes hubo una reparación histórica, era en la época de los Centenarios: el del 25 de Mayo de 1810 y el Centenario de la Independencia de 1816- Por esa época se construyeron el teatro “25 de Mayo”, el “Hospital Independencia”, la “Escuela del Centenario” que remozaban a la vieja ciudad. Con anterioridad se levantó la Catedral, el Cabildo, iglesias y conventos.

En 1939 se ha terminado la Costanera de Piedra que aislaba al río de la ciudad. Actualmente no está más este hermoso ornamento, por cuanto han sacado las piedras y las grandes farolas que adornaban el paseo. Esto puede haber ocurrido en una de tantas intervenciones que ha sufrido la provincia. Entonces se ha pensado que nunca volvería a haber una costanera al lado del río.

Pero los milagros existen.

Actualmente se ha construido una Costanera nueva, de aproximadamente quince kilómetros, algo que era difícil de imaginar.

En estos últimos años la ciudad ha cambiado, se ha reparado el centenario Colegio Nacional que estaba muy deteriorado, al igual que otros establecimientos educativos y otros edificios antiguos. Y actualmente Santiago cuenta con nuevas carreras universitarias, como es el caso de la de medicina, en la Universidad Nacional. Es importante destacar la obra de la Terminal de Ómnibus, a pocas cuadras del centro de la ciudad. Entre muchos logros podemos mencionar el Centro de Convenciones (Forum), lugar en donde se realizan importantes actos oficiales y donde se lleva a cabo la Feria del Libro, el nuevo edificio de la H. Legislatura, el Centro Cultural del Bicentenario, entre muchas otras obras de importancia cultural, política, social y educativa. También se ha construido un moderno estadio de futbol, entre los mejores de América del Sur

Los poetas Parra del Riego y Canal Feijóo, si vivieran hoy, tal vez hubieran escrito nuevos poemas del futbol.

La ciudad está creciendo vertiginosamente, pues se están construyendo torres de departamentos, núcleos habitacionales, nuevos barrios vecinales, y espacios recreativos. Y además está siendo agiornada con plantaciones de miles de árboles, tan necesarios por las altas temperaturas santiagueñas.

Desde los hombres y mujeres de “La Brasa” y los escritores de Santiago en general, siempre soñaron con una gran Biblioteca Provincial, un edificio que represente no sólo la historia cultural de Santiago del estero, sino ese nuevo esplendor y brillo de la época en la que transitamos. Mucho se discute si el libro soporte papel dejará de existir como tal, ante el avance de las nuevas tecnologías informáticas. El libro que conocemos no desaparecerá nunca.

En toda América Hispana hay solo dos Bibliotecas que cuentan con un millón de libros en su poder, y las dos son argentinas, la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” y la Biblioteca del H. Congreso de la Nación.

Nos quedan algunos años para el Gran Acontecimiento. En el futuro seguramente tendremos la Biblioteca moderna con todos los adelantos tecnológicos y para un millón de libros y más.

Santiago va hacia su grandeza

Los quinientos años recibirán a Santiago en todo su esplendor.

Estos cinco siglos no han pasado en vano. Se espera en un futuro no muy lejano, la construcción del Panteón de Héroes, como le corresponde a la primera ciudad argentina, Madre de Ciudades.

Este gran monumento albergará las estatuas con los nombres de quienes forjaron su grandeza desde el comienzo de los siglos.

No en vano es Santiago del Nuevo Maestrazgo la más alta dignidad creada en Santiago de Compostela (Campus Stela) por decisión del Emperador Carlos V de España. Por lo tanto, Santiago del Estero es la única Ciudad Imperial de la República Argentina.

Y como decía el Prof. Orestes Di Lullo “Santiago del Estero es la capital imperial civil, militar y teocrática”.

Nuestro Santiago lleva el nombre del Apóstol y el de la ciudad española: Santiago de Compostela, un nombre tan brillante como el destino de ese mismo nombre: “Santiago del Campo de las Estrellas”.


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