Wado de Pedro habló de su tartamudez: “Hice fonoaudiología, yoga, budismo, siempre le busco la solución”
El ministro del Interior contó como su madre se puso de escudo cuando militares ingresaron a su casa. Tras matarla, se apropiaron de él.
En una entrevista concedida al diario El País, el ministro Eduardo Wado de Pedro contó detalles de cómo surgió su trastorno del habla y del momento en el que sobrevivió a un terrible ataque de militares que asesinaron a su madre en 1978 para apropiarse de él.
En abril de 1977, poco más de un año después del golpe contra Isabel Perón, los militares asesinaron a su padre, Enrique de Pedro, un estudiante de Derecho que militaba en la Juventud Peronista y Montoneros. Tiempo después, un grupo de tareas encontró la casa de la madre, Lucila Révora, en el barrio de Floresta, en Buenos Aires. El operativo de captura incluyó un helicóptero.
“A mi madre la asesinan estando yo en la bañadera con ella. Me mete en la bañadera porque era de metal, me cubre con su cuerpo y las balas le pegan. Luego me secuestra una familia de apropiadores, unos militares”, relató De Pedro, que tres meses después fue encontrado nuevamente en la catedral de Mercedes y su familia pudo recuperarlo.
De chico, sufrió burlas en la escuela. No de sus compañeros, sino del resto de los estudiantes. Cuenta que enfrentaba todos aquellos que se mofaban de su problema. Cuando creció se acercó a los grupos militantes y supo que se dedicaría a la política, a pesar de que en esa profesión, ser un buen orador es un valor.
Con el tiempo, se convirtió en un reconocido activista por los derechos humanos. Militó en la agrupación Hijos de desaparecidos y se unió al kirchnerismo. En diciembre de 2019, fue nombrado ministro de Interior. Puso como condición al presidente Alberto Fernández que no hablaría en público.
“Hay días en que todavía no sé por qué hablo más fluido y otros días en que me da mucho trabajo. Hay exposiciones públicas en las que es tal el desorden en el mecanismo del habla que me desconcentra del contenido. Es un problema que aún no logré vencer”, asegura.
Sin embargo, no se da por vencido: “Hice fonoaudiología, yoga, budismo, todo lo que existe. Si había un curso, iba; me recomendaba un psicólogo, iba; siempre estoy buscando la solución”.