ESPECIAL 468º ANIVERSARIO DE SANTIAGO DEL ESTERO

Los primeros años de vida en la ciudad de El Barco y Santiago del Estero

“Porqué vos el capitán, Juan Núñez de Prado, aveis de hazer la pacificación de los naturales y población de pueblo que vais a hazer y poblar la provincia de Tucumán.”

Por Juan Manuel Viaña , Director Archivo Histórico de Santiago del Estero, especial para EL LIBERAL

 

a ciudad de Santiago del Estero es el resultado de tres grandes esfuerzos, que se concretan en tres grandes nombres: Diego de Rojas (1543), Juan Núñez de Prado (1550-1552), y Francisco de Aguirre (1553). La ciudad del Barco fue fundada el 29 de junio de 1550, por Juan Núñez de Prado, tal como lo ordenara el Virrey Licenciado Pedro La Gasca el 29 de junio de 1549: “Porqué vos el capitán, Juan Núñez de Prado, aveis de hazer la pacificación de los naturales y población de pueblo que vais a hazer y poblar la provincia de Tucumán.”

 

¿Pero cómo era este procedimiento de poblar

un pueblo?

Desde que llegaron los españoles a américa, fue la preocupación de los reyes españoles que las ciudades fuesen construidas en las costas de mares o ríos, que los lugares sean apropiados para la navegación, y pudieran abastecerse de agua, alimentos. Se recomendaba que tales ciudades estuviesen localizadas en sitios salubres y no húmedos, con agua potable y buen aire, en cercanía de bosques y de tierras cultivables.

Pare ello se estableció una ordenanza en la cual se describía en forma bastante detallada el procedimiento a seguir cuando se fundase una ciudad. Entre los apartados más importantes se detallaba el modo de cómo proceder en la construcción las ciudades. Como información principal se debía conocer el número de los pobladores que habitarán la nueva aldea, y sólo después se debía proceder la división de las parcelas y lotes para edificación de las casas y el trazado de las calles, dejando en el centro de la misma, un lugar destinado a una Plaza, una Iglesia, y las Casas Gubernativas y Municipales, (cabildo y Gobierno). Una vez trazado establecida la ciudad se debía dejar constancia en un pergamino el plano con toda la información de la misma, la orientación, los lotes repartidos, nómina de pobladores, nombre de calles, etc. El mismo debía copiarse y enviar una copia a la sede del virreinato.

Estos procedimientos trajeron muchos inconvenientes a la corona, debido al desorden administrativo, ya que no siempre se respetaban los trazados o las formas en el plano. Un claro ejemplo fue la fundación de Esteco o Talavera, donde se dibujó un plano perfectamente armado y parcelado, mientras que la misma Esteco descubierta 433 años después por el arqueólogo Juan Alfredo Tomasini, las ruinas muestran otro trazado.

En 1573, se promulga otra ordenanza que fue firmada por el rey Felipe II, para una nueva y más moderna urbanización colonial Estas ordenanzas estaban agrupadas en tres partes: la primera referida a los descubrimientos, la segunda a las nuevas poblaciones y la tercera a las pacificaciones.

En cuanto a las nuevas poblaciones, se recomendaba elegir sitios saludables, donde puedan sobrevivir personas y animales, crezcan frutos y plantas de buen tamaño que garanticen el abastecimiento alimenticio. También que haya abundancia en árboles para proveer de leña y permita con la madera la construcción de casas. Debía estar cerca de fuentes de agua para el consumo y el regadío; que el aire fuese puro, el cielo claro y el clima templado, también tenían que estar cerca de pueblos indígenas para poder evangelizarlos.

Una vez escogido el lugar, el primer paso era trazar la Plaza principal, que debía estar ubicada en el centro mismo de la ciudad, y de ella debían partir las calles de forma rectilínea y paralela para llegar a los confines del poblado. Con este esquema reticular, la ciudad tendría la posibilidad de desarrollar un crecimiento ilimitado.

Alrededor de la Plaza central, debían ubicarse una Catedral o Iglesia principal, el Cabildo y la residencia del Gobierno.

En la cercanía de la Iglesia, debía construirse un hospital para enfermos no contagiosos; y un segundo, para los enfermos con males contagiosos, que debía estar en un sitio alejado y sin que el cruce del viento lo llevase hasta el centro de la ciudad.

 

¿Cómo era Barco/Santiago del Estero, como vivían

sus habitantes?

Seguramente debe haber tenido algo de lo arriba descripto, a pesar, que las ordenanzas de Felipe II fueran posteriores, pero seguían los lineamientos de construcciones de la época. Lamentablemente no tenemos planos de Barco o de Santiago del Estero, para saber cómo eran, como estaban trazadas sus calles y cuál fue el repartimiento de solares. Según los estudios arqueológicos, la ciudad fue construida con madera y adobe, con calles de tierra, ya que no se contaba con piedras en la región, como si lo tuvo San Miguel de Tucumán, en su primer asentamiento en la zona de Ibatin.

De la vida de sus pobladores encontramos información en diversos Archivos. Entre ellos podemos ver Expedientes de Concesiones de Encomiendas, de Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores, en las Cartas de los Gobernadores, en los Expedientes de Almonedas de Bienes Difuntos, etc. Precisamente estos últimos (tomando como referencia el trabajo de Sosa-Buteler Bonaparte), nos ofrecen muchos datos, y nos brindan un panorama de los primeros años de vida de Barco y Santiago. En ellos no solo son mencionados los nombres de los pobladores, sino que además nos brindan información sobre los bienes materiales en aquellos años, la situación económica, etc.

La práctica se iniciaba cuando un vecino dictaba su testamento, con presencia del escribano público, y designaba albaceas para que al momento de su fallecimiento dispusieran de sus bienes de la mejor manera posible. En todos los casos al mismo día del fallecimiento, el Alcalde y el Escribano público del Cabildo, proceden a inventariar los bienes del difunto, para colocarlos en poder y bajo la protección del Albacea. Luego procedían a hacer la Almoneda de los bienes rematantes. Para ello se efectuaba un pregón durante tres días en la plaza pública, invitando a los vecinos a participar del remate. Los bienes que quedaban sin rematar, quedaban bajo custodia del Albaceas, quien debía realizar una nueva venta en Almoneda. Lo recaudado se enviaba a los herederos que haya declarado el difunto en su testamento.

En el expediente de Almoneda de Difuntos, fechado en Barco en 1552, de Juan Martin Pesquera, el Alcalde Ordinario Miguel de Ardiles, juntamente con un Escribano (quien también figuraba como Alcalde ordinario en 1555, ya Santiago del Estero), se dirigen al hogar de Pesquera, ya fallecido, y certifica que el mismo tenía “una choza con techumbre de ramas”, y realizaron el inventario para su posterior subasta. Los siguientes bienes pertenecientes al difunto fueron:

1 caballo ensillado y enfrenado, 1 yegua castaña, 1 calza de paño y terciopelo, 1 Jubón (chaleco) rojo, 3 herraduras nuevas, 1 plato de peltre pequeño, 1 par alpargatas blancas nuevas y dos negras viejas, 1 arcabuz, sin caja, 2 reservas de trigo y maíz, 12 clavos, 5 perros, 2 se reataron en 44 pesos

1/2 puerca (chancha) que compartía con Santos Blázquez, 1 talabarte viejo y uno nuevo (cinturón donde se cuelga la espada o sable).

En este testamento también figura que se pagaron por 25 misas para el difunto, que recibieron los padres Carvajal y Trueno.

En otra venta de bienes en Almoneda, que fuera de Cristóbal Infante, fallecido en 1555, en el Santiago, se remataron los siguientes bienes: 1 yegua, 1 caballo tres alba (tres patas blancas), 1 caballo morcillo, (color negro), 1 chamarra nagra, 1 cadena de fierros, 1 cuchillo, una barrena y una navaja, 1 chacra temprana junto a esta ciudad, 1 chacra vieja, 1 camisa vieja y un pañuelo, 1 golpe de maíz y una fanega de trigo (equivale a 55 kg), 1 par de borceguíes, etc.

En esta primera ciudad argentina, el pequeño núcleo social contaba ya con todos sus elementos constitutivos representados por españoles, aborígenes y negros. Estos últimos no figuran en su condición de esclavos. En la mayoría de los testamentos figuran como pregoneros (empleados).

Según el censo del año 1608, en cumplimiento de lo ordenado por el Rey para las provincias del Tucumán, se envió los datos de esta ciudad de Santiago del Estero, que fuera cabeza de la gobernación de la provincia del Tucumán el siguiente catastro:

- Llamase por nombre Santiago del Estero, a sesenta y cinco años que se fundó - fue su fundador (en blanco). Llamase toda la provincia Tucumán y está sitiada en llano junto a un rio caudaloso, y los naturales hablan la lengua general y otros, otras lenguas conforme a sus naciones, que algunas de ellas se llaman la quichua, la tonocoté, la cacá, etc.

Tiene esta ciudad por armas un Estero (rio) un Castillo, tres Veneras por mandado del Rey nuestro señor don Felipe II.

= Está poblada esta ciudad con sus cuadras, y en medio la Plaza con cinco cuadras a lo largo que es la mayor longitud en que están avecindados los moradores del pueblo.

= Hay casas, no tiene casas reales (edificación para el rey o gobernante), y las casas de cabildo se trata ahora de levantarlas, y para ello se ha traído algunos materiales porque las que había se cayeron.

= No tiene edificios suntuosos esta ciudad, no tiene arrabales (alrededores poblados), porque saliendo de la ciudad entra el campo, por una parte se va a al río, y por la otra salida a la acequia principal, donde están las chacras para el sustento de los vecinos de ella.

= Los edificios son de adobes, y las casas bajas excepto tres o cuatro que son de altos.

= La forma de los Tribunales que tiene esta ciudad son en la asistencia donde se ocupan en cosas tocantes a justicia y gobierno, así de la dicha ciudad como las demás de esta provincia que ocurren aquí a pedir su justicia.

= Tiene esta ciudad un Gobernador que al presente lo es don Alonso de Ribera por título de su majestad, y un Teniente de Gobernador y Justicia Mayor, dos Alcaldes Ordinarios (El de primer voto era un Juez de primera instancia en asuntos civiles; y el de segundo voto era el juez de primera instancia en lo criminal.), dos Alcaldes de la Hermandad (Eran jueces Entendían en los delitos cometidos en el despoblado, es decir en el campo), un Alguacil Mayor, otro Alguacil Menor, (Alguacil Mayor: Era el que ejercía funciones de Jefe de Policía otro, Alguacil Menor: Era un funcionario de menor rango que el Aguacil Mayor), que esta justicia es toda la que tiene la dicha ciudad, y cada uno de los dichos Jueces y Ministros acuden a las obligaciones de sus oficios y no tienen salario ninguno, solamente el gobernador de la provincia, a que su majestad le tiene señalado que son 4 mil pesos. Hay cabildo y dos oficios de escribanos uno de gobernación, y otro público del cabildo.

= Hay en esta ciudad vecinos y moradores, 160 hombres poco más o menos, y 100 mujeres españolas y mestizas. Hay también en esta ciudad algunos portugueses, habrá 50 negros en esta ciudad y otras tantas negras, muy pocos mulatos.

= Toda esta es tierra llana y arenisca, que andan carretas, y tiene mucho bosque, la mayor parte de algarrobos que es el principal sustento de los naturales. Tiene quebracho blanco y mucha cantidad de cedro.

= En el verano hace mucho calor en esta ciudad, de tal suerte que es excesivo y el invierno 2 meses del año, que son junio y julio, con algún frío.

= Hay algunas enfermedades que estas corren más en tiempo de frio, que en el de calor. Generalmente viven con mucha salud en esta ciudad.

= Tiene un río que corre poco y se consume en términos de la ciudad. A 40 leguas de ella crece y mengua por sus tiempos.

= Tiene otro rio esta ciudad a 14 leguas de aquí que llaman el Salado, donde están situados los indios de la jurisdicción de esta ciudad. Este rio tiene mucho pescado y lo más común son los sábalos y bagres.

= Se siembra en esta ciudad y su jurisdicción, Trigo, Maíz, Cebada, Garbanzos, Habas, Ajos, Cebollas y otras legumbres y hortalizas, de manera que abastece para españoles e indios.

= Trabajan la tierra con arados y bueyes.

= A ésta ciudad cuando le falta comida acuden de la de Tucumán, Córdoba y Esteco.

= La carne que se come es Vaca y Carnero, vale cada Carnero en pie 12 reales, y una arroba de vaca 2 reales y medio, 16 libras de Pan valen 8 reales, el vino vale 3 reales.

= Dentro de esta ciudad se han hecho más de 600 arrobas de vino de las chacras que están en la acequia principal. (Cuando se habla de la Acequia, se está refiriendo a lo que hoy es la avenida Belgrano que, según unos documentos de 1577, fue abierta por el Gobernador Don Gonzalo de Abreu y Figueroa).

= A 5 leguas de esta ciudad están unas salinas donde se cose sal para el sustento de esta ciudad.

= Esta ciudad tiene en la Catedral 5 sacerdotes y 1 obispo, que la renta del obispo será cada un año de 4 a 5 mil pesos. Los Curas no tienen salario ninguno, más que de algún funeral, casamiento u otros percances.

= Tiene un Hospital esta ciudad y que comúnmente tiene enfermos.

= Hay en esta ciudad el convento del señor San Francisco que tiene 6 frailes, viven de limosna, y no tienen renta ninguna más de la que su Majestad les da para vino y aceite para la lámpara.

= Hay otro convento de Nuestra Señora de las Mercedes que tiene 4 frailes, viven por el mismo orden que los Franciscanos.

= Hay un colegio de la Compañía de Jesús que tiene de 5 a 6 padres, que viven de limosna. Tienen en su casa un estudio de gramática, y una escuela donde se enseña a leer y a escribir a españoles, mestizos e indios que quieren acudir a ellos.

Las fundación de esta primera ciudad, su permanencia y posterior crecimiento, fue producto del esfuerzo y sacrificio de un puñado de personas, alejados de sus tierras y sus familias, y que sufrieron hambre, aislamiento, abandono, y falta de recursos, pero que supieron llevar adelante a Santiago del Estero, y posibilitaron que de ella nacieran nuevas ciudades y nuevos ciudadanos, y así crecieron las familias y se arraigaron, y conformaron el núcleo de nuestra sociedad, componiendo nuestra “sangre” criolla, con la mezcla del europeo, el indio y el negro. La decisión de permanecer en estas ciudades pequeñas, constituyó verdaderamente un gesto de grandeza y valentía, ya que lejos de gozar de beneficios de vivir en grandes y opulentas ciudades como Lima, la Ciudad de los Reyes, Santo Domingo, etc., decidieron enfrentar la nada, y desde la nada construir un pueblo, y por ende una nación.

De nuestra la Madre de Ciudades nacieron:

29 de junio de 1550 - Del Barco, (Juan Núñez de Prado)

1551 - Barco II, (Juan Núñez de Prado)

1552 - Barco III, (Juan Núñez de Prado)

25 de julio de 1553 - Santiago del Estero (Francisco de Aguirre)

24 de junio de 1558 - Londres de la Nueva Inglaterra (J. Pérez de Zurita)

Marzo de 1559 - Córdoba de Calchaquí (Juan Pérez de Zurita)

1560 - Cañete de Ibatín, provincia de Tucumán (Juan Pérez de Zurita)

20 de Agosto de 1561 – Nieva (Juan Pérez de Zurita)

31 de mayo de 1565 - San Miguel de Tucumán (Diego de Villarroel)

15 de agosto de 1567 - Talavera, provincia de Salta (Juan G. Bazán)

06 de julio de 1573 - Córdoba (Jerónimo Luis de Cabrera)

16 de abril de 1582 - Salta (Hernando de Lerma)

20 de mayo de 1591 - La Rioja (Juan Ramírez de Velazco)

19 de abril de 1593 - Jujuy (Francisco de Argañaraz y Murguia)

05 de julio de 1683 - Catamarca (Fernando de Mendoza Mate de Luna).

 

 

 

 


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