B° EJÉRCITO ARGENTINO

Dictan prisión preventiva al padre, la hija y al yerno por venta de drogas

Al parecer, la clientela era selecta, nocturna e inclinada a compras durante los fines de semana. La denuncia fue refrendada por los propios vecinos.

La jueza de Control y Garantías, Sara Harón, dictó la prisión preventiva para un hombre, su hija y su yerno, sindicados de vender drogas en dos viviendas del B° Ejército Argentino.

En audiencia, la fiscal Gabriela Gauna -coordinadora de la Unidad Fiscal de Lucha contra el Narcotráfico- junto con la instructora Victoria Ledesma, solicitaron ayer la prisión preventiva para Alberto José Véliz (padre), Aylén Véliz y Marcos Herrera (yerno) por el delito de "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización".

Los imputados fueron detenidos a partir de tareas de investigación llevadas a cabo por personal de la Dirección de Drogas Peligrosas, en mayo pasado.

Durante el procedimiento, realizado en dos domicilios ubicados en el B° Ejército Argentino, se secuestraron casi $ 56.000, vehículos, balanzas de precisión, marihuana y cocaína, valuados en más de $ 500.000.

En tres horas de allanamiento, los policías secuestraron 347 dosis de cocaína (denominados bagullos), 6 piedras para fraccionar cocaína, valuada en la reventa en más de $ 500.000. Pero eso no fue todo. También fueron secuestrados 3 envoltorios de marihuana, 2 balanzas de precisión, un plato de vidrio y un plástico de tarjeta de crédito con restos de c.caína y 9 celulares. El procedimiento incluyó el secuestro de $ 55.170 y una motocicleta Corven Energy 110 c.c.

El operativo demandó cuatro meses de seguimientos, con denuncias, videos, fotografías y compras controladas, deslizaron los investigadores.

Las denuncias partieron de los vecinos. Éstos alertaron a la policía sobre la presencia de particulares en la casa y entregas por la puerta de hierro, dejando entrever compras "delivery".

Testimoniales

Ante la Justicia, los vecinos habrían manifestado que el "negocio" no era nuevo. Había nacido años atrás y que las dos casas se caracterizaban por portones externos fabricados para la comercialización.

En la práctica, el cliente golpeaba la puerta. Salvo que su demanda fuese habitual, y el vendedor conocía de antemano de sus gustos. En segundos, ésta (dinero mediante) era deslizada por una pequeña abertura.

Nadie veía el rostro de nadie. Aún así, en el barrio la familia era muy conocida por su apellido. De acuerdo con los policías, los denunciantes subrayaron que las mayores incursiones de los clientes, es decir el fuerte de la demanda, era nocturna y en los fines de semana, enfatizaron los voceros de la causa.


TAGS venta de drogas
Ir a la nota original

MÁS NOTICIAS