ENTREVISTA EXCLUSIVA

“La pandemia no suma votos, será la economía el tema preponderante en las próximas elecciones”

Así lo afirmó el politólogo Sergio Berensztein. “Argentina tiene un sistema hoy de dos grandes coaliciones, heterogéneas, plurales, diversas, que tienen sectores más duros y más blandos. Eso estructura el 80 % de la oferta electoral”, dijo.

El destacado politólogo Sergio Berensztein mantuvo una entrevista exclusiva con EL LIBERAL en la que analizó los principales temas de la Argentina.

Consultado sobre se la pandemia puede haber cambiado la prioridad de la gente a la hora de votar, respondió que “le agrega algunos elementos. Hasta ahora no ha habido ningún estudio que demuestre que vacunar trae votos. Un mal manejo de la pandemia resta votos; o sea, no suma pero sí resta. Hay dos casos que demuestran lo primero. En Israel y en Chile, por ejemplo, fueron países que vacunaron mucho más rápido y mejor en promedio y los respectivos gobiernos que están en el poder han perdido elecciones y muy significativamente”.

Señaló que “la pandemia no suma, pero sí resta, erosiona todavía más la legitimidad de los que están en el poder y expone, fundamentalmente, problemas de gestión porque, lo que ocurre, como pasa en Argentina, no solamente hay problemas en la gestión de la pandemia hay problemas en la gestión en general”.

La pandemia, en todo caso, lo que pone de manifiesto es el fracaso del Estado en brindar los bienes públicos esenciales como seguridad o una buena educación, salud, acceso a la Justicia rápida y eficaz. Todo eso refuerza, justamente, la incapacidad del Estado. La pandemia constituye un problema adicional para gobiernos que ya venían debilitados”.

¿Cómo ve el comportamiento que tiene la oposición en estos momentos?

“Yo diría que hay muchas oposiciones. Argentina tiene un sistema hoy de dos grandes coaliciones, heterogéneas, plurales, diversas que tiene sectores más duros y más blandos. Eso estructura el 80 % de la oferta electoral. El sistema político argentino, a diferencia de lo que pasa en la región está bastante consolidada y hay dos fuerzas políticas que apuntan a captar al 80% del electorado”.

“Hay oposiciones más duras, que son sectores más ideológicos, menos relevantes en materia electoral, pero que, por ejemplo, la izquierda hace mucho ruido con piquetes, movilizaciones, etc. Y la derecha ha tenido representación en algunas movilizaciones”.

“Hay una incógnita por el lado del centro en el liderazgo de Florencio Randazzo con la alianza con otros líderes peronistas disidentes moderados como por ejemplo Urtubey (Juan Manuel), el propio Lavagna (Roberto), Camaño (Graciela). Son dirigentes que no se sienten cómodos con la dinámica de polarización, algunos de los cuales estuvieron cerca de Sergio Mazza. El salto de Mazza y su integración a la coalición gobernante dejó vacío esos segmentos y Randazzo está buscando ocupar ese lugar de liderazgo junto con otros. En la provincia de Buenos Aires él tiene buena chance. Hizo una elección muy buena. Salió tercero, pero haciendo ruido en algunos distritos. Veremos si se polariza o no. En ese sentido, es una incógnita que puede ocurrir en otros distritos como la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza que son demográficamente significativos”.

Respecto de Juntos por el Cambio analizó: “Yo veo que hay una actitud, en algunos sectores, muy críticas al gobierno y otros más cooperativas. Los gobernadores están obligados a tener una relación funcional, en algunos casos mejor y en otros peor”.

“En otros casos hay posturas más duras, como el caso del expresidente Mauricio Macri, de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que tiene ideas más confrotativas”.

“El electorado busca nuevas ideas. Entonces, como no hay un duelo con el fracaso que tuvo el gobierno de Macri en materia económica, eso le quita, por lo menos hasta ahora, posibilidades de tener un discurso alternativo o sugerencias de cómo salir de la crisis”.

“En Argentina la economía va a ser el factor determinante en las próximas elecciones. Vemos como la coalición opositora ha buscado figuras que renueven el discurso desde lo económico. Tal es el caso del economista Martín Tetaz, que se suma a la lista de María Eugenia Vidal”.

¿Considera que el tema económico va a ser preponderantes en estas elecciones?

“Sí, no tengo duda al respecto. La Argentina viene atravesando una crisis muy significativa en materia económica hace tiempo. La década del 2010 y del 2020 fue una década totalmente perdida en términos de crecimiento, de crecimiento de empleo. No se creó, en términos netos, un solo empleo privado y eso se agravó con la crisis que se desató en abril de 2018, la crisis cambiaria con un tipo de cambio que entró en una dinámica de mucha volatilidad y de hecho sigue”.

Explicó que “el tipo de cambio paralelo cuando llegó el Presidente (por Alberto Fernández) estaba en $60 por el dólar y ahora está en $180. La caída del ingreso ha sido generalizada y el gobierno, aparte, va a intentar compensar con algunas pequeñas cosas, como estos bonos a los jubilados, $5000 por acá, programas de trabajo para jóvenes que, en mi opinión, van a incentivar el debate económico porque van a ser parches en un contexto de una economía que, obviamente, no revierte su tendencia decadente”.

Reconoció que el Gobierno “ha hecho un ajuste y por eso han caído los salarios del sector público, las jubilaciones y el déficit fiscal, aumentó la presión tributaria como el impuesto a la riqueza y demás”.

“El déficit fiscal, por lo menos en el primer semestre, es de 3,8 % Es un déficit alto porque la Argentina no tiene financiamiento, pero digamos no es un descontrol fiscal como el que está acostumbrado la Argentina, al contrario, y ese ajuste se hizo por la inflación. Es un impuesto que el gobierno le cobrará a la sociedad emitiendo dinero”.

“Estamos acostumbrados a una dinámica más personalista”

Las Paso son una especie de ronda preclasificatoria y muestra quién es quién y ahí se acabaron las especulaciones. Por supuesto que no es el voto definitivo, pero el peso relativo de cada fuerza queda por lo menos transitoriamente establecido. Eso puede generar otros comportamientos en el electorado como pasó en 2019. Desde ese punto de vista tiene costos y beneficios. Ahora, resolver candidaturas es algo característico en democracias maduras y de probarlas de manera democráticas es lo mejor, no pasa nada, se gana y se pierde. En la Argentina se vive todo muy traumáticamente tal vez porque estamos acostumbrados a una dinámica más personalista en la toma de decisiones. Hay que entender que lo normal es que haya disputa, que haya mucha gente que quiera acceder a los mismos cargos. Eso es bueno para la sociedad. Es cierto que para algunos actores políticos se corren riesgos porque perder significa quedarse afuera.

“Luego de los comicios debe presentar un plan con metas”

Berensztein se explayó sobre la necociación con el FMI y aseguró que “lo que resta a la Argentina ahora es tener un plan donde haya metas de reducción de déficit fiscal formales, un programa financiero que le permita al mercado entender cómo piensa financiar sus obligaciones. Y todo eso, después de las elecciones. Una vez que pase el tema electoral y el gobierno no pague tantos costos de corto plazo tiene de aquí a marzo para llegar a un acuerdo”.

Indicó que el FMI es tolerante con esto “en la medida que Argentina no defaultee”.

“También la Argentina postergó los pagos con el Club de París porque éste refinanciaría los pasivos que tiene la Argentina en la medida que haya un acuerdo con el Fondo. Guzmán arregló un puente hasta marzo con un costo caro porque esto genera intereses, pero por lo menos no defaulteamos”.

“Lo que yo quiero marcar _agregó_ es que hay una vocación cooperativa del FMI. La Argentina se convirtió en uno de los principales acreedores. El Fondo quiere cobrar y necesita llevarse bien, pero hace falta pasos más contundentes para que, justamente, con un plan económico creíble, la Argentina se adecue al formato que el Fondo exige para financiar los pasivos”.

Subrayó que “el país tiene que cumplir un requisito que se llama la revisión del art. 4 de la Carta Orgánica que contempla que todos los años los países van a abrir sus cuentas para que el FMI haga una auditoría y de ese modo se informe respeto de los componentes claves de la política económica. Esto implica abrir la Caja de Pandora de las cuentas públicas y el gobierno no quiere hacer eso. Entonces, lo va a tener que hacer cuando avancemos en el préstamo de facilidades extendidas. Es un requisito fundamental. Todos los países lo hacen”.

“Demostramos que sin plan también fracasamos”

Resaltó que “el Presidente dijo que los gobiernos que tenían plan han fracasado. Bueno, le mostramos que sin plan también fracasamos y no tenemos posibilidad de cerrar acuerdo con el Fondo. ¿Por qué no tenemos plan ahora? Porque eso implica poner en un papel objetivos, sobre todo en términos fiscales y monetarios que implican un ajuste porque hace falta ahorrar plata para pagar al Fondo y el gobierno no quiere hacer esto en un año electoral”.

Abundó en que “el Fondo viene manteniendo conversaciones, diría yo muy conclusivas, tratando de que la Argentina presente un plan, cosa que aún no ha hecho. Viene postergando esas negociaciones que podrían haberse acelerado y culminado el año pasado porque tiene algún margen de maniobra, por el precio de la soja. Eso se acaba el año próximo porque hay vencimientos por una cifra muy significativa”.

Aseveró que “el préstamo stand by que la Argentina tomó en 2018 era muy generoso, pero había que devolver rápido porque la Argentina no pensaba utilizar ese dinero sino que era un apoyo circunstancial que buscaba el Gobierno para que el mercado estuviera tranquilo. Pero como la Argentina las usó ahora tiene que pagar y el vencimiento es muy inmediato. El FMI tiene un formato para eso que se llama Préstamo de Facilidades Extendidas, pero hay que tener un programa. Cuanto superávit va a tener justamente para poder pagarle. Eso requiere un superávit; o sea, como el país va a ahorrar lo suficiente para poder cumplir esos compromisos o si piensa recurrir al mercado de crédito voluntario, pero para eso tiene que tener un plan y mostrárselo. Argentina no tiene plan”.

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