NUEVO DISCO

Raly Barrionuevo más íntimo que nunca en “1972”

Con un recorrido personal, musical e histórico, cicatriza heridas, mientras abraza a su madre y a su padre con la música.

El trovador folclórico santiagueño Raly Barrionuevo lanzó ayer, con un programa radial libre de alcance nacional, sudamericano y europeo, que se escuchó en Santiago del Estero a través de Radio Panorama, su nuevo álbum “1972” donde pone su voz a un cancionero de clásicos de la música argentina desde su propia historia familiar y, con el cual repone el lazo afectivo y sonoro con su padre.

A 11 años de “Radio AM”, otro álbum donde visitó un repertorio ligado a la tradición de la canción nativa, Barrionuevo canta poniendo el foco en los sonidos que lo forjaron, con arreglos, guitarras, guitarrón y dirección musical de Luis Chazarreta, el piano de Elvira Ceballos y el bombo legüero de Daniel Barrionuevo.

Para explicar ese recorrido musical que eligió transitar, el friense urdió, en un contexto pandémico, un original lanzamiento radial repartido entre más de 550 radios del país y también de Bolivia, Colombia, Francia y España. Allí Raly dialogó con la escritora cordobesa María Teresa Andruetto y en esa charla se fueron colando fragmentos de canciones como “Amémonos”, “A unos ojos”, “El jardín de mi madre”, “Zamba de la añoranza”, “Y dicen que no te quiero”, “La ene ene”, “La de los angelitos”, “Calle angosta”, “Febrero en San Luis”, “Vallecito”, “Alfonsina y el mar” y “Patio de la casa vieja”, que forman parte del álbum que se completa con “A unos ojos” y “Si yo fuera río”.

Antes, Barrionuevo compartió: “Carta a mi madre Olga del Carmen Toledo y a mi padre Segundo Rosario Barrionuevo. Quizá no tenga más que preguntas, sencillas al fin, pequeñas o aniñadas. Cómo explicar un milagro, cómo atreverme a decir que haya sido un milagro”.

Y continuó su narración: “...había acaso un silencio que con los años me habló de ustedes. Sé de aquella guitarra, lo sé, lo supe siempre. Nada de todo aquello pude controlar en mi garganta. Nada de lo que pude decir y no dije, nada de lo que dije y no debí decir. Nada en absoluto”.

“Hoy -abundó Raly- tuve ganas de regresar a casa, pero la casa ha quedado vacía, entonces comprendo que esa casa va conmigo. Y van también ustedes como gotas salobres, en esas fotos cicatrizadas a fuerza de cinta skotchàLa música nos abrazóàY hoy puedo verlos sobre la piel de estas cancionesày entonces viajo hacia 1972 a darles el abrazo que no pude darles y hoy les canto”, reflejó Télam.

Tras esa confesión ligada a un padre ausente y negado, que fue recortado de una foto familiar, (de allí la imagen que es la portada de “1972” con una foto rota y restaurada) entra en diálogo con esa madre que crió sola a dos niños y a quien el músico dedicó su anterior álbum de estudio “La niña de los andamios” (2017).

En uno de los intercambios con Andruetto, la escritora señaló: “En un cuento mío que se llama “El hijo” se habla del rencor de una madre por el hombre que la dejó y de la relación de ese hijo con el padre. ¿Cuál era el rencor de tu madre?”, le preguntó al compositor, y él reveló: “Quizás lo que los había unido que era la música se transformó en lo que los separó. Con el tiempo sentí que mi madre se encontró en su casa con el niño que cantaba y eso conectaba con la parte linda de su amor que eran las cancionesà”. De grande, se reencontró con su padre, les costó hablar, pero no cantar.

“Nos costó hablar, pero no sacar las guitarras”

Con el foco en la relación de sus padres, la escritora María Teresa Andruetto destacó en la charla con Raly Barrionuevo que su madre “fue una guerrera también, tuvo un amor con un hombre 12 años más joven y contra la opinión de sus padres. Una apuesta muy fuerte para las mujeres de la época”, y le consultó por su lazo con el padre.

“Dejamos de verlo, perdimos contacto. Lo habían cortado de la foto y para la vida de un niño la vida era así. Con Mariana Iglesias (quien fue pareja y actualmente es amiga de Raly) empezamos a emprender ese reencuentro y dimos con él. Nos costó hablar, pero no nos costó nada sacar las guitarras y ponernos a cantar”, reveló.

En ese repaso por el tardío y singular vínculo filial paterno, evocó que “nos deleitaba con su guitarra, con su estilo maravilloso, se empoderaba mucho, pero después él tomaba y ya lo perdíamos. Agradezco haberlo podido reencontrar y compartir la música porque hablar no pudimos hablar mucho”.

El gran talento de Elvira Ceballos, omnipresente

En el recorrido de su nuevo disco, Raly Barrionuevo se refirió a la pianista ciega Elvira Ceballos, fallecida en septiembre de 2019, sobre quien señaló que “está omnipresente porque todo este proyecto (incluido “Radio AM”) nace de su casa, de su piano y acompañado por su sabiduría. Quizás musicalmente sea como su despedida y un modo de dejarla ir a Elvira porque estaba muy cansada”.

A modo de balance de la experiencia estética de este disco tan íntima como interpeladora de un devenir cultural provinciano, tan cerca de Catamarca por su Frías natal, la escritora María Teresa Andruetto arriesgó que “es recuperación, es memoria, es duelo, es despedida, reconocimiento, celebración” y Raly concedió a modo de remate: “Todo eso es “1972””.


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