Laermandá debuta con “Mestizoamérica”, disco donde incluye una versión de “Como un arbolito en otoño”, de “Peteco” Carabajal
“Mestizoamérica” es su primer álbum. Será presentado mañana viernes 25 de junio. Candombe, milonga, festejo afroperuano, chacarera, música andina, cumbia, son cubano y joropo conforman la variopinta galería de ritmos que ejecutan los músicos argentinos.
Laermandá presenta su primer trabajo discográfico bautizado “Mestizoamérica, el cual será lanzado mañana viernes 25 de junio a través del Club del Disco. “La empoderada”, primer sencillo de la banda, está disponible en todas las plataformas digitales.
Ale Morán, Leandro Otranto y Alejandro Rúfolo, tres de sus integrantes, en un zoom con EL LIBERAL, hablaron del espíritu de este primer trabajo discográfico compuesto por doce temas, entre ellos una particular versión de “Como un arbolito en otoño”, del santiagueño Carlos Oscar “Peteco” Carabajal.
Explicaron que Laermandá pasea por diferentes géneros: candombe, milonga, festejo afroperuano, chacarera, música andina, cumbia, son cubano y joropo. Las composiciones propias corren por parte de Alejandro Rúfolo (tres, guitarra y charango) y Germán Cavallero (flauta traversa), tanto en tándem como por separado. La percusión está a cargo de Alejandro Morán y Mariana Flores (incorporada a la banda luego de la grabación del disco), la voz principal es de Noelia Cabral y el bajo de Leandro Otranto.
“La empoderada” (Cavallero), tema que abre el álbum y es lanzado como sencillo, es un homenaje a todas las luchadoras y a la lucha en sí misma que empodera a las personas. “La república de los simios” pone de manifiesto en su letra la mala praxis en la política. Por otra parte, hay dos tracks instrumentales: “Volverás” y “Oscarcito”.
Las creaciones propias conviven en perfecta armonía con versiones de “El surco” de Chabuca Granda, “Como arbolito en otoño” de Peteco Carabajal o “Yacumenza” del uruguayo Manolo Guardia, entre otras. Cada canción tiene un arreglo propio, con aportes individuales y colectivos, bajo la mirada técnica de Leandro Otranto y Alejandro Rúfolo.
FICHA TÉCNICA
Noelia Cabral – Voz
Mariana Flores – Percusión
Alejandro Morán – Percusión
Germán Cavallero - Flauta traversa y coros
Leandro Otranto - Bajo y coros
Alejandro Rúfolo - Guitarra, tres, charango y coros
MÚSICOS INVITADOS
Santiago Fernández: saxo tenor y soprano en temas 1, 2, 3, 7, 8, 10 y 11
Edgardo Burrello: quijada y pregones en tema 2
Ulises Beltrán: voz en tema 5
Hernán Zubi: redoblante en tema 3
ACERCA DE LAERMANDÁ
Laermandá es un sexteto oriundo del noroeste bonaerense, más precisamente de Caseros y alrededores. Se formó en 2016 y se autodefine como un grupo de música mestizoamericana. En un comienzo, los días frecuentes de ensayo eran los martes, por lo que, casi como un juego, empezaron a hablar de “La hermandad de los martes”. Así, “Laermandá” surgió como un apodo de aquellos encuentros, nombre que logró afianzar la identidad del grupo.
Dicen Los integrantes sobre el grupo: “Laermandá es la confluencia de numerosos ríos sonoros del vasto territorio de nuestra América Mestiza que convoca al encuentro de sus habitantes, de sus palenques y quilombos, a la fiesta de la canción. Es libertad que sobrevive identidades, conjugada en todos los tiempos. Es paisaje que resiste el avance de la mancha urbana, pero también una esquina enfiestada de tambores donde afloran antepasados, entre brotes de baldosas y comunión de historias. Es desarraigo, diáspora, celebración y memoria hechas semilla. Es una eclosión colectiva que lleva en la sangre un pasado y un presente común, plural y diverso, y que busca sumar una huella al caminar...” Laermandá conforma un proyecto autogestivo cuyo objetivo es contribuir a la difusión de la música, entendida y concebida como un bien cultural de los pueblos. Plantean una propuesta conurbana que parte de reivindicar el origen diverso y pluricultural de los ritmos y su historia. Dicen música mestizoamericana en pos de visibilizar las otras raíces culturales que el término “latinoamericana” invisibiliza y porque consideran que la voz grupal se define por una estética variopinta, producto de la mezcla de ritmos, de saberes, de contextos y, sobre todo, de los modos de pensarse y pensar una identidad cultural en comunidad.