ESPECIAL PARA EL LIBERAL

Vuelta al cole: más problemas oculares por el abuso de las pantallas

Por el Dr. Ricardo Passone.

L a exposición a ordenadores, móviles o tabletas, y también el estrés vivido por los niños durante estos meses, han aumentado los casos de miopía u ojo seco que pueden afectar a su rendimiento escolar.

Para evitar un impacto negativo, los oftalmólogos recomiendan una revisión ocular completa en los inicios de la etapa escolar.

Entre todos los preparativos que requiere el inicio del curso escolar, seguramente una visita al oftalmólogo no está en la agenda de muchos padres.

Sin embargo, ahora más que nunca es necesario hacerla para detectar problemas oculares y evitar que incidan en el rendimiento escolar.

El consejo no es genérico porque, como cada mes de marzo, estamos ante las puertas del curso escolar, mas allá de las circunstancias excepcionales que estamos viviendo:

Estimación

Los especialistas de la Sociedad de Oftalmología de Santiago del Estero estiman un repunte de las patologías oculares en niños y adolescentes a causa del confinamiento y el uso abusivo de dispositivos electrónicos.

Y todo ello puede repercutir negativamente en el rendimiento escolar, por lo que conviene detectar cualquier anomalía a tiempo con una visita al oftalmólogo.

Durante la infancia pueden aparecer diversos trastornos oculares que provocan ojo vago si no se trata a tiempo.

El ojo vago o ambliopía es la disminución de la capacidad visual de uno o de ambos ojos por falta de uso durante el período de aprendizaje visual y está causado por múltiples defectos de visión:

* Defectos refractivos como la hipermetropía, el astigmatismo o la miopía.

* Estrabismo, que es la incapacidad de los dos ojos para mantener una alineación correcta y funcionar juntos.

* Otras anomalías oculares como el párpado caído (ptosis palpebral) o la catarata congénita.

Consultas

Según las consultas registradas en los últimos meses, una de las afecciones que justamente puede haber aumentado durante el confinamiento es la miopía.

La exposición cercana a pantallas por un tiempo prolongado, junto con la ausencia de luz natural, ha podido provocar un incremento de esta patología, lo que unido al sobreesfuerzo visual también aumenta el riesgo de fatiga ocular. Tratadas de forma precoz, tanto la miopía como el resto de trastornos que pueden provocar ojo vago son reversibles, por eso es tan importante acudir a tiempo al oftalmólogo. l

TICS OCULARES Y ORZUELOS

El principal culpable del aumento de los trastornos oculares entre los niños durante el confinamiento son las pantallas, pero el estrés también es otro factor que ha podido pasar factura en la salud ocular. Los niños han vivido la preocupación de los adultos durante la pandemia, algunos hasta han tenido familiares enfermos o han podido vivir situaciones económicas difíciles, ese estrés generado por situaciones excepcionales puede haber aumentado determinados trastornos oculares.

Tics oculares. Se presentan con un parpadeo o guiño frecuente y afortunadamente no desembocan en una patología ocular, pero resultan muy molestos.

Mioquimias palpebrales. Se trata de contracciones involuntarias normalmente del párpado inferior.

Orzuelos. La glándula del borde superior del párpado se infecta, produciendo inflamación y dolor.

Otro de los problemas que pueden presentar los niños a causa del confinamiento y que ocasiona molestias es el picor o el ojo rojo.

La razón es que han estado mucho tiempo encerrados y al salir al aire libre sus ojos son más sensibles a los alérgenos y hay más riesgo de conjuntivitis alérgica, un problema que pueden arrastrar todavía y sus ojos pueden estar más sensibles a pesar de las vacaciones.

Los oftalmólogos aconsejan que la primera visita o control oftalmológico se realice a los dos o tres años de edad, obviamente siempre y cuando no haya ninguna alteración ocular que obligue a acudir antes, a partir de esa edad deberían realizarse visitas anuales.

Y, eso sí, insisten en que este año esa visita es más obligada que nunca debido a la situación excepcional que hemos vivido.


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