Multitudinario reclamo por el brutal femicidio de Úrsula Bahillo
Miles de personas se concentraron en la Plaza San Martín, para pedir justicia por la adolescente asesinada a puñaladas en el paraje rural de Guido Spano, a unos diez kilómetros de Rojas, Buenos Aires.
“No nos callan más”, “Matías Martínez asesino”, “No estamos todas, falta Úrsula”, “¡Que baje Berni!”, “Policía cómplice”, rezaban algunos de los miles de carteles que coparon la Plaza San Martín, donde una multitud se reunió para pedir justicia para Úrsula Bahillo, (18), víctima de un femicidio por parte de su ex pareja, un policía del lugar.
Miles de almas atravesadas por la tragedia caminaron hasta el frente de la Comisaría, en Alem al 600, donde permanecieron varias horas pidiendo que paguen todos los responsables por sus inacciones ante las denuncias de la víctima.
Durante la manifestación se vivieron momentos dramáticos. Los gritos desgarradores de los familiares de la víctima y los vecinos -muchos de ellos quienes la vieron crecer- pedían explicaciones.
“Señor, señora, no sea indiferente, nos matan a las pibas en la cara de la gente”, pintó un cartel una adolescente donde además decía: “Como te prometimos, vamos a romper todo”.
Indignados por la represión sufrida el lunes por la noche cuando se conoció el femicidio, los manifestantes gritaban a la fila de efectivos de la Policía Bonaerense que estaba en el lugar: “Ahora no se animan a tirar como anoche”, “Era hija única ¿quién se la devuelve a los padres?”, “¿Si te matan a una hija, que haces vos?”.
El femicidio
Úrsula Bahillo fue asesinada a puñaladas en el paraje rural de Guido Spano, a unos diez kilómetros de Rojas. Por el femicidio quedó detenido e internado su exnovio, un policía que se autolesionó tras el ataque.
El cadáver de la joven fue hallado cerca de las 20.30 del lunes, entre unos pastizales en un campo a unos 13 kilómetros de dicha ciudad del noroeste de la provincia de Buenos Aires. Su exnovio, Matías Ezequiel Martínez (25), es un oficial de policía bonaerense que estaba con carpeta psiquiátrica desde septiembre pasado y que se autolesionó luego del hecho.
Los investigadores trataban de establecer si el acusado citó allí a Úrsula, quien era hija de un conocido comerciante de Rojas, donde residía. Un tío del asesino llamó al 911 y refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque éste le confesó en un llamado que “se había mandado una cagada”.
Al llegar al lugar, la Policía encontró a la chica asesinada y al agresor malherido adentro de su auto, un Peugeot 307. El sospechoso intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y apresado con sangre de la víctima y la propia en su ropa. Dentro del auto, los investigadores hallaron una cuchilla de carnicero con mango blanco y manchas hemáticas, que se cree fue el arma homicida.
Todo indica que Martínez asesinó a Bahillo a puñaladas y con la misma arma blanca se autoprovocó una serie de lesiones en un intento de suicidio o para fingir un ataque.
El policía, que se desempeña en un Destacamento de San Nicolás, quedó a disposición de la Justicia como acusado de “homicidio calificado por violencia de género”.
Los voceros consultados indicaron que, a su vez, Martínez fue notificado el lunes por la mañana sobre la violación de una perimetral y de una denuncia de la misma Bahillo y su madre en la Comisaría de la Mujer.
El caso es investigado por el fiscal Sergio Terrón, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Junín, y la ayudante fiscal local, Nora Fridblatt, quien refirió que “todo indica que se trató de un femicidio en el que hubo alevosía y premeditación” por parte del asesino.
Los instructores judiciales ordenaron analizar los teléfonos celulares de la víctima y el acusado hallados en la escena del crimen para ver la mensajería y saber, entre otras cuestiones, cómo llegaron ambos hasta la escena del crimen.
El informe preliminar realizado por personal médico del Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forense Norte indicó que la causa de muerte de Bahillo fue a causa de una “lesión por arma blanca en estructura vasculares de cuello, generando shock hipovolémico con escasa agonía, aunado a las lesiones punzocortantes observadas en región abdominal y dorsal”.