Antonio Zaiek: “Este 2020 con lo difícil que fue, nos permitió madurar y crecer”

Este año a causa de la pandemia tuvimos que cambiar todo lo que habíamos planificado y tuvimos que hacer una nueva agenda en la que debíamos ir día a día conforme a las decisiones que tomaba el gobierno, y que variaban de una semana a otra.

Tuvimos que cerrar el templo, pero establecimos la iglesia en cada hogar, aprendimos a usar las redes sociales y de esa manera pudimos estar más unidos que nunca.

Nuestro comedor Pan de Vida intensificó su servicio a la comunidad, cuadruplicándose la gente con necesidad de un plato de comida, ya que muchos quedaron sin trabajo, o no podían ejercer su oficio. Pudimos ver la solidaridad de los miembros de nuestra iglesia ya que nunca faltó la provisión para la comida diaria.

Debido al aumento considerable de consumo de alcohol y drogas en medio de la pandemia, tuvimos muchísimo trabajo de contención a los jóvenes que ya estaban en el programa y a muchísimos que se agregaron. Nuestros operadores terapéuticos tuvieron que realizar la mayoría de sus consejerías en forma virtual y en todo horario.

Éste ha sido un año en el que hemos podido ver el favor y la misericordia de Dios a través de los hermanos de nuestro ministerio, quienes han bendecido de muchas maneras al prójimo que se encontraba en necesidades.

Damos gracias a Dios, porque este 2020 con lo difícil que fue, nos permitió madurar y crecer como Iglesia y Fundación, así que aprovechamos esta pandemia para que se convierta en una oportunidad para bendecir a los más necesitados.