Una impensada imagen mostró el Parque Aguirre el día del cumpleaños 467 de nuestra ciudad
Sólo las principales autoridades se congregaron, por la mañana, al pie del monumento al fundador Francisco de Aguirre.
Una impensada imagen entregó ayer el Parque Aguirre, el principal paseo de la ciudad que solía convertirse cada 25 de julio en el centro de atracción de miles de santiagueños y visitantes de todo el país para participar de los tradicionales festejos por el cumpleaños de la ciudad.
Sin el bullicio de la gente que comenzaba a transitar el espacio por la mañana para participar del clásico desfile que seguía al acto protocolar, y que se permanecía hasta pasada la medianoche cuando finalizaba el megaespectáculo central, el Parque Aguirre no fue el mismo.
Las banderas de la Nación, la Provincia y el Municipio flamearon en soledad en los mástiles de la explanada del busto a Francisco de Aguirre y en el comienzo del paseo central.
Por la mañana hubo un austero festejo, cuando las principales autoridades de la provincia y de la comuna llegaron hasta el pie del monumento a Francisco de Aguirre para depositar una ofrenda floral y pronunciar algún discurso. Luego, nada más.
El mediodía transcurrió sin el choripán, el pic-nic o la parrillada al aire libre en la Casa del Folclorista.
Silencios
En Changolandia no estuvo la Feria, y alguno que otro caminante rompió la monotonía del espacio. El vendedor de tortillas y pan casero estaba atento al paso de los automóviles para vender sus productos, y desde la avenida Costanera no bajaba el sonido frenético de las bandas de folclore, rock o guarachas.
Sin dudas que fue un 25 de julio que nadie se imaginó jamás.
Las medidas de distanciamiento impuestas en el marco de la pandemia por coronavirus que atraviesa todo el mundo, hizo que se movilizaran por el parque ciclistas en sus rutinas deportivas, gente que salió a caminar o a trotar, o algún vecino que decidió sacar a pasear a su mascota.
Y así transcurrió el día del cumpleaños de la ciudad en el lugar emblemático de tantos festejos. También por esta razón esta fecha pasará a la historia y quedará grabada en la mente de los santiagueños.
Quedará el consuelo de saber que todas esas cosas a las que se renunció, tuvieron un motivo valedero, como es el cuidar la salud de las personas.l