La ayuda estatal se retrasa, mientras el impacto económico-social es catastrófico
Todos los indicadores son verdaderamente preocupantes y los índices sobre la caída de la actividad económica se modifican mes a mes negativamente. Estiman que la Argentina recuperaría recién en 2030 el PBI per cápita de 2011.
Cumplidos los cien primeros días del asilamiento social obligatorio para prevenir la propagación del Covid-19, el impacto económico y social se presenta catastrófico, según distintos indicadores y proyecciones.
La ayuda del Estado prometida para menguar las consecuencias económicas llegó a pocos sectores, a destiempo y sin la contundencia necesaria.
Así las empresas pequeñas y medianas comenzaron a cerrar o a presentarse en concurso de acreedores o directamente en quiebra. También miles de cuentapropistas no pudieron trabajar o debieron cerrar sus microemprendimientos.
El “Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción” (ATP) ,el IFE, bonos a jubilados y AUH y los créditos a empresas y autónomos, sólo ayudaron mínimamente a sostener por un reducido tiempo la operatividad o la subsitencia alimentaria, pero de ninguna manera llegaron a auxiliar en la medida necesaria.
Las principales consultoras económicas están empeorando sustancialmente sus pronósticos sobre la caída final del Producto Bruto Interno (PBI) para el presente año, que se iniciaron entre el 5 y 6%, pero ahora se elevan entre el 10 y 14%.
Rodrigo Álvarez, de la consultora Analytica, señaló que tras la hiperrecesión actual y la lenta recuperación desde una economía empequeñecida, la Argentina recuperaría recién en 2030 el PBI per cápita de 2011. No una, sino dos “décadas perdidas”.
“Toda la economía va a estar trabajando en otra escala. Todos los sectores entonces van a tener que ajustarse”, comentó Álvarez. Analytica señaló que entre 2015 y 2020/21 el PBI en dólares de “la Argentina habrá encogido 40%. Le será imposible sostener el actual tamaño del Estado”.
Diferentes cámaras empresariales pusieron en cifras la debacle de la actividad económica:
* Según Industrias Pyme Argentina 17.798 pymes ya habían cerrado hacia fines de abril y según la Cámara de Comercio Argentina, unos 100.000 negocios de todo el país no volverán a abrir tras la pandemia.
* En abril la actividad industrial de las pymes relevadas por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came) cayó 52% interanual y en mayo 35%. En ambos meses el uso de la capacidad instalada fue bien inferior al 50%, el sector registró un retroceso de 23,8% en el periodo enero-mayo respecto de igual lapso de 2019 y el Índice de Producción Industrial Pyme (Ipip) fue el del peor mayo desde que empezó a compilarse en 2008.
* Ese mismo mes el conjunto de la actividad manufacturera cayó 19,9%, según Fiel.
* La Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines precisó que el volumen de ventas fue 34,5% inferior interanual en mayo. 2019, un año recesivo. La caída en naftas fue de 49%, pero en gasoil el retroceso fue de “sólo” 15,1%, fundamentalmente por la actividad del campo.
* La Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina precisó que la caída interanual de actividad del sector fue de 83% en abril, 83% en mayo y sería de 79% en junio.
* Un relevamiento sobre la realidad empresaria 2020 del Ieral de la Fundación Mediterránea detectó en tanto que “durante el aislamiento social las ventas respecto del mismo período de 2019 disminuyeron en el 73% de las empresas relevadas”.
Hay 900.000 empleos menos y la pobreza infantíl será del 58%
El impacto de semejante derrumbe sobre el empleo y la situación social es insoslayable. A principios de junio, el Observatorio de Deuda Social de la UCA estimó que durante la cuarentena unas 900.000 personas (básicamente en el sector informal) perdieron su ocupación. Hace una semana la ONU, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la OMS presentaron el informe “Covid-19 en Argentina” en el que proyectaron que la pobreza infantil, se elevará a fin de año al 58,6%.
En el 59% de los hogares los ingresos laborales cayeron
Según la “Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población” realizado por Unicef, relevó que desde el inicio de la cuarentena en el 59% de los hogares los ingresos laborales cayeron. El porcentaje aumenta al 62% en la Provincia de Buenos Aires, al 70% entre los perceptores de la AUH y al 75% en el caso de familias numerosas.
El mismo relevamiento señala una “pérdida de empleos promedio de 7% en todo el país y de 10% en el norte”, y que “56% de las pérdidas de ingresos se debe a la caída en la actividad de venta ambulante, cuenta propia de plomería, albañilería, electricidad, changarín, etc”. Otro 15% se debe a baja de pedidos, 12% a reducción de horas de trabajo y el 17% restante a suspensiones laborales. “En el 31% de los hogares relevados se dejó de comprar algún alimento por no tener dinero, y esta situación se agudiza en villas y asentamientos donde las privaciones nutricionales afectan a 5 de cada 10 hogares”.