“Tavo” fue asesinado a traición por “Iki” y “Timo” al terciar en pelea de empleados de boliche
Los testigos indicaron que los presos literalmente “upallearon” a Tavo, es decir lo sorprendieron a traición.
El 16 de noviembre del 2019, Gustavo “Tavo” Basualdo recibió dos puñaladas a traición mientras inntentaba apaciguar una pelea entre empleados del boliche Mónaco.
Ello se desprende de la reconstrucción que se realizó ayer entre las 9 y 12:30, frente al clausurado local.
En la primera de las versiones, el empleado Darío Ábalos y “Tavo” salieron a la vereda del boliche, fastidiados por una batahola.
Al parecer, Joel Ábalos (hermano de Darío) era golpeado por otros empleados del local.
En otra versión, una joven vio a “Timo” (menor) mientras apuñalaba por la espalda a Darío Ábalos y cerca, a “Iki” Torres.
Los imputados
Los dos están acusados de asesinar a “Tavo”.
En la tercera versión, un testigo manifestó haber visto a dos grupos: uno integrado por empleados de Mónaco, peleándose.
En el otro bando estaban “Iki” y “Timo”. Hacían base cerca del boliche y hasta robaban en un bar contiguo de Mónaco.
El testigo ahondó que “Iki” y “Timo” apuñalaron a Ábalos por la espalda.
Después, “Iki” hirió por la espalda a “Tavo” y “Timo” se colocó de atrás, pero lo apuñaló bajo la tetilla izquierda, junto al corazón.
Para los investigadores, el relato es contundente y nutrió aún más la compleja investigación.
Contundencia
La misma es edificada por la fiscal Lorena Nieva Y Virginia Abrate, quienes mantienen detenidos a los dos sujetos desde cuatro días después del horror.
“Tavo” cayó sujetándose el pecho y pereció en menos de 40 minutos en el Hospital Regional.
Aunque los testigos no lo especificaron, se sspecha que la banda de “Iki” y “Timo” cobraba peaje fuera del boliche y tenía cierta enemistad con Darío Ábalos.
“Tavo” murió y Ábalos tuvo más suerte, ya que la puñalada que recibió en la espalda no fue letal. Será vital a la hora de ventilarse la tragedia en juicio.
Todo listo para la clausura y el juicio oral
El abogado Gabriel Coronel Chalfón asiste a la familia de la víctima, quien tenía una hija pequeña.
La muerte del joven sumió en una profunda desolación y se constituyeron como querellantes, a la espera del juicio oral y público.
En principio, los dos imputados ya tienen prisión preventiva por 45 días y se viene una nueva audiencia.
Tratándose de dos imputados remisos a la ley, se prevé una prórroga, o bien la cuenta regresiva al juicio oral y público.
A medias
Hasta ahora, los dos imputados apenas se limitaron a acusarse mutuamente, pero sin negar su parte.
Con los relatos de la víspera, la fiscal Nieva tendrá mayor claridad para determinar conductas y la ubicación en la escena del crimen.
Cuando la historia sea girada a juicio oral casi seguro sus rostros cambiarán de semblante.
En el mejor de los casos, serán acusados de homicidio simple, reprimido con penas mínimas de 8 y máximas de 25 años de prisión.
Droga, peajes y aprietes en la noche
Varios testigos sindicaron a “Iki” y “Timo” de conformar un grupo de individuos que “apretaban” a los chicos que ingresaban y se retiraban de madrugada.
Su catadura moral no tenía límites. Les daba igual apretar a la gente a cambio de alcohol o cigarrillos.
Es más, ni bien contemplaron a “Tavo” precipitarse al pavimento, habrían robado objetos en un quiosco, resueltos en poner en problema a sus propietarios.
Es más, ninguno se puso a derecho con la muerte del jovencito, sino que huyeron y hasta se atrevieron a llevarse el arma homicida y clavarla en un árbol.
Confusión
Durante casi 20 minutos, los uniformados ni siquiera sospecharon que un cuchillo incautado en el bar era el arma con la que habían matado a “Tavo”.
La perseverancia de los policías redireccionó la causa y los llevó directo al árbol en que estaba el cuchillo.
Ahora, los bioquímicos buscan sangre, que es casi lo mismo a indagar sobre la presencia de ADN de “Tavo”.