VILLA GESELL

VIDEO | Así fue la liberación de los dos rugbiers acusados por el crimen de Fernando

Milanesi y Guarino recuperaron su libertad, pero siguen vinculados al homicidio.

Poco después del mediodía, Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino abandonaron la cárcel de Dolores luego de que fueran acusados de ser partícipes necesarios del crimen de Fernando Báez Sosa. El crimen ocurrió el 18 de enero y los jóvenes llevaban ya 12 días tras las rejas.

La fiscal Verónica Zamboni pidió que sean liberados tras pedir la prisión preventiva para el resto de los acusados. Cabe remarcar que tanto en las ruedas de reconocimiento como en las filmaciones de las cámaras de seguridad, no hay pruebas suficientes para acusarlos.

Según lo informado por fuentes cercanas a la investigación, Milanesi no fue señalado en ninguna de las rondas de reconocimiento y Guarino, si bien estuvo presente, habría mantenido una “actitud distante”.

Un amplio despliegue policial obligó a los acusados a caminar una cuadra y media hasta una camioneta negra, la cual los esperaba para llevarlos a sus domicilios.

“¡Qué vergüenza! Déjenlos”, expresó el abogado Hugo Tomei mientras los acompañaba hasta la camioneta que los llevaría a sus casas.

“A la luz del resultado negativo de la diligencia de reconocimiento de personas en relación a los encausados Guarino y Milanesi, ésta Titular de la Vindicta Pública, entiende que debe cesar la medida de coerción personal que pesa sobre ellos, en relación a la conducta endilgada en autos; dado que toda duda en el proceso debe ser valorada a favor de los imputados”, se expresa en el informe escrito por Zamboni.

Para la fiscal, “si bien se ha acreditado que los co-encausados estuvieron con los demás esa noche” hasta el momento las pericias llevadas a cabo los resultados obtenidos “no han permitido vincularlos a la muerte de Fernando”.

“Para mí los diez son culpables”, dijo el padre de la víctima

”Para mí los diez son culpables, asesinos crueles y traicioneros, pero la Justicia está para demostrarlo porque si yo pudiera hacer justicia por mano propia sería una jungla”, argumentó Silvino Báez, el padre de Fernando, el joven asesinado en Villa Gesell.

Señaló ayer que sabía que “podía pasar” que la Justicia dejase en libertad a alguno de los acusados del crimen de su hijo aunque aseguró que cree que “los diez” rugbiers detenidos inicialmente son “culpables” y que “la Justicia está para demostrarlo”.

“Sabíamos que podía pasar, todos somos inocentes hasta que se demuestro lo contrario”, sostuvo ayer a la tarde a la prensa el hombre luego de conocer que por orden del juez de Garantías David Mancinelli los imputados Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino dejaron el penal de Dolores.

El hombre aseguró que Graciela Sosa, su esposa y madre del joven, “lo tomó muy mal”, pero aclaró que no quieren “ningún inocente preso”.

“Creo en la Justicia porque no tenemos otra alternativa. Para mí los diez son culpables, asesinos crueles y traicioneros, pero la Justicia está para demostrarlo porque si yo pudiera hacer justicia por mano propia sería una jungla”, indicó.

Por último, Báez contó que el papa Francisco le dejó un mensaje en su celular en el que lo dijo que “lo llamaba” y que les envió “un saludo fuerte para Graciela y Silvino”.

Los detenidos, uno por uno

La fiscal Verónica Zamboni, a cargo de la investigación del crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, puntualizó una serie de “elementos suficientes e indicios vehementes” para ubicar a cada uno de los ocho rugbiers acusados en el lugar del hecho.

Máximo Thomsen (20): Imputado como coautor de “homicidio agravado por concurso premeditado de dos o más personas”, fue sacado por la fuerza del boliche Le Brique y vestía “una camisa oscura o negra manga larga arremangada, media abierta arriba, con una bermuda azul oscura corta”. Fue señalado por cinco testigos en las ruedas de presos como “uno de los agresores de Fernando” y reconocido por la mayoría como “el sujeto que le propinara patadas en el rostro (...) ya tendido en el suelo”. También fue señalado como “quien le pegara golpes de puño cuando Fernando estaba de pie e incluso una patada con su pierna derecha en el hemisferio izquierdo de la cara, cuando éste a raíz de un golpe había quedado de rodillas sobre el suelo”. Una testigo lo identificó como quien dijo a viva voz: “Quedate tranquila que me lo voy a llevar de trofeo”.

Ciro Pertossi (19): Imputado como coautor, “fue uno de los agresores directos de Fernando, que provocara su posterior deceso”. Del análisis del celular de otro de los acusados, Lucas Pertossi, surge que tras ser expulsados del boliche, Ciro se “acerca por detrás” y luego “ataca a la víctima”. Este rugbier fue reconocido por tres testigos “como el sujeto que le pegó a Fernando cuando ya estaba en el piso, en su cabeza, cara, y pecho”. Zamboni menciona imágenes de video que muestran cómo “le propina a la víctima una patada fuerte con pierna izquierda, en la parte del rostro”, y añade que “surge claramente” que “participa activamente de la agresión”.

Lucas Pertossi (18): Es para la fiscal quien con su accionar demuestra la “premeditación” del crimen, ya que salió del boliche “filmando toda la secuencia de salida” hasta que “va desde el sector en que están pegándole a Fernando, directamente a pegarle patadas al amigo. Ha quedado demostrado claramente que (...) filmó, desde el momento que son sacados del interior del Boliche Bailable Le Brique, hasta el preciso momento que abordaron a la víctima de autos (Fernando Báez), lo que reafirma la premeditación”, escribió Zamboni, al destacar que esa filmación fue realizada con su propio celular.

Luciano Pertossi (18): Reconocido “como uno del grupo de los agresores de Fernando”, y de las pruebas se desprende que “sería uno de los sujetos ubicados en la agresión”.

Matías Benicelli (20): Fue quien abrió la puerta a la policía a las 10.30 cuando se ordenó la aprehensión del grupo, un testigo lo ubicó como “agresor directo” de Fernando y al menos otro lo sitúo “agrediendo también a un amigo, es decir, provocando la sustancial indefensión de Fernando, al haber agredido a quienes pudiesen defenderlo”. Uno de los amigos de la víctima lo identificó como quien le gritaba a Fernando “a ver si volvés a pegar, negro de mierda”, y para la fiscal, “fue uno de los que le pegó a Fernando (lo que se visualiza en dos filmaciones privadas, sobre todo por su rodete y contextura física)”.

Enzo Comelli (19): Salió detrás de Thomsen del boliche y al ser detenido presentaba un “hematoma sobre el labio inferior”. Según la fiscal “fueron contundentes los testigos en cuanto a que Comelli sería un agresor directo de Fernando”, que “estaba con Máximo Thomsen en el interior del bailable en el que se generó un conflicto con la víctima”. “Premeditadamente agredió a Fernando Báez junto con los restantes imputados, previo repartirse roles para agresor físicamente a la víctima y posteriormente matarla”, agregó.

Blas Cinalli (18): “Existen sendos elementos probatorios para” ubicarlo “en una participación criminal esencial en la comisión del hecho” y como “agresor directo de Fernando”. En este caso, la fiscal no descarta reformular la acusación respecto a su grado de participación luego de producirse diligencias y pericias pendientes.

Ayrton Viollaz (20): Presentaba lesiones “en nudillo derecho del tercer dedo”, y la fiscal entendió que “todas la probanzas valoradas” lo “ubican claramente junto a Fernando pudiendo quizás tratarse de un agresor directo (lo cual se halla en plena etapa investigativa)”, por lo que consideró “reunidos los elementos que permiten acreditar prima facie (...) la esencial participación criminal en el hecho”.

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