Cinco años de muchas pericias y ninguna certeza en la muerte de Nisman
La causa pasó por varias manos. La Justicia se encargó de las pericias. Gendarmería las repitió todas. Los resultados son distintos.
Al cumplirse cinco años de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, las investigaciones no pudieron establecer si el hecho fue un suicidio o un homicidio, y en este caso no dieron aún con indicios que permitan aclarar los aspectos más endebles del caso: la identidad de él o los supuestos homicidas y la explicación sobre cómo pudieron entrar y salir del complejo Le Parc de Puerto Madero, donde residía el fiscal, sin ser vistos.
Nisman fue encontrado muerto en el baño de su departamento la noche del 18 de enero de 2015, cuatro días después de haber presentado una denuncia contra el entonces gobierno kirchnerista, en la que sostenía que la firma del memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán tenía por objetivo dar impunidad a los iraníes acusados por el atentado a la Amia.
La muerte del funcionario judicial se calificó de “homicidio” a partir de un informe elaborado por la Gendarmería Nacional -por requerimiento del juez Julian Ercolini y del fiscal Eduardo Taiano- que contradijo, entre otras, la opinión del cuerpo médico forense, dependiente de la Corte Suprema, que había descartado la intervención de terceras personas en el hecho.
El trabajo de Nisman estaba directamente vinculado al atentado de la Amia, ocurrido el 18 de julio de 1994 con un saldo de 85 muertos y cientos de heridos de diversa gravedad. Desde un principio, Nisman integró un grupo de fiscales que investigó la causa y años más tarde, volvió a intervenir por el tema del Memorándum de entendimiento entre la Argentina e Irán, precisamente la causa en la que estaba trabajando al momento de su muerte.
En los días previos al fatal desenlace, el fiscal había anticipado a través de los medios que el lunes 19 de enero (que terminó siendo el día posterior a su muerte), se presentaría en el Congreso nacional junto a las entonces diputadas Patricia Bullrich y Laura Alonso, para presentar y ampliar la denuncia contra funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner por el Memorándum firmado entre ambos países. Trágicamente, Nisman nunca vio la luz de ese lunes 19, y desde entonces, se han elaborado ingentes conjeturas e hipótesis que siguen sin el sustento correspondiente para diferenciar la verdadera de las demás.
Sin respuestas
Esa noche del domingo 18 de enero de 2015, alertada por conocidos que no obtenían respuestas de Nisman a sus mensajes y llamadas, la madre del fiscal, Sara Garfunkel, tuvo la ingrata tarea de concurrir al complejo de las Torres Le Parc, para cerciorarse de la situación de su hijo. Acompañada, entre otros, por un cerrajero, accedió al inmueble y se encontró con el cuerpo ensangrentado de su hijo en el baño.
El cadáver estaba en el suelo con un disparo en la cabeza, una pistola Bersa calibre 22 y el casquillo del proyectil. Luego se supo que el arma pertenecía a un colaborador, el técnico informático Diego Lagomarsino, quien declaró que se la había prestado a su jefe porque éste se la había pedido por seguridad, debido a que según declaró el ténico, le había dicho que había recibido “varias amenazas contra su vida y la de su familia”.
Diligencias
La fiscal Viviana Fein se hizo cargo de la investigación. Desde un primer momento, estuvieron en la mira de la Justicia, de los medios y de la opinión pública, los custodios del fiscal. Además de ellos, declararon en la causa funcionarios, la ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, y la madre del funcionario muerto, Garfunkel. Aún así, la investigación nunca pareció arrojar datos certeros o conclusiones definitivas sobre lo sucedido.
Pericias
El tema de las pericias, distinto de la mayoría de las investigaciones judiciales y a lo que se espera de ellas, por su naturaleza técnica y científica, pronto se convirtieron en un capítulo central del caso, por su imposibilidad de arrojar luz donde hace mucha falta.
Se realizaron todo tipo de estudios: hubo pericias hematológicas, informáticas, químicas, rastros de deflagración, etc. a cargo del Cuerpo Médico Forense y de la Policía Federal.
Sin embargo, según se dijo en su momento, no le habrían dado el suficiente grado de certeza a la Justicia, por lo que el fiscal federal Eduardo Taiano (responsable de la investigación del caso) dispuso en 2017 entregar a Gendarmería Nacional la responsabilidad de realizar otra vez las pericias. Una vez hechas, dieron resultados distintos a los de la primera tanda. Así, la causa sigue abierta, sin un rumbo definido, y sin haber expuesto certezas a pesar del paso de estos cinco años.
Procesados
Mientras, los únicos procesados y a la espera de un juicio oral y público, son Lagomarsino y los custodios a cargo de cuidar a Nisman el día que falleció.
Losardo no quiere que “la política” intervenga en la causa por la muerte
La ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo, remarcó que debe ser la la Justicia la que se encargue de determinar cuál fue la causa de muerte del fiscal Alberto Nisman, que llevaba adelante la investigación del atentado en la sede de la mutual judía Amia.
La funcionaria del gabinete de Alberto Fernández cuestionó que “todos estén detrás de un documental”, pero que aún la investigación judicial no haya logrado determinar lo que sucedió con Nisman.
Losardo sostuvo al respecto, que la institución que debe esclarecer las causas de la muerte del ex fiscal de la UFI Amia Alberto Nisman “es la Justicia” y consideró que, para que ello ocurra, es necesario “que la política no se meta en ese tema”.
Estas fueron definiciones que brindó la ministra al diario Página 12 que adelantó en su portal web, parte de la nota que se publicará en la edición impresa de hoy.
“De los temas judiciales no me gusta hablar, espero que la Justicia lo resuelva y que la política no se meta en ese tema”, respondió la funcionaria sobre el caso del que ayer se cumplieron cinco años.l