AUDIENCIA

Gastos extravagantes y lujos delataron a dos líderes narcos bandeños

Fueron detenidos en barrios residenciales. Uno de ellos tenía de pantalla una carnicería. El otro sólo se dedicaba a comprar bienes con tarjetas de créditos clonadas y viajar por el viejo continente.

La ostentosa vida de dos supuestos líderes narcos bandeños, sus gastos exorbitantes y los viajes al extranjero, los hicieron “caer” ante la Justicia. Una exhaustiva investigación dejó al descubierto que no sólo se dedicaban al comercio de sustancias tóxicas, sino que también realizaban millonarias estafas.

La Unidad de Narcomenudeo, a cargo de la Dra. María Alicia Presti de Munar, solicitó a través de una audiencia la prisión preventiva para dos conocidos sujetos de La Banda. Además durante el mismo debate se homologó el acuerdo de juicio abreviado a uno de sus cómplices.

Tras más de dos horas de alocución, la representante del Ministerio Público develó la maniobra que utilizaba la banda liderada por un sujeto de apellido Díaz, la cual fue desbaratada el pasado 15 de noviembre cuando Gendarmería Nacional realizó más de 5 allanamientos simultáneos. Según se supo, todo comenzó por denuncias anónimas que informaban que Díaz -quien vivía en el barrio residencial Las Moras- “de la noche a la mañana” cambió su rutina.

De ser un joven austero que realizaba trabajos aislados, comenzó a tener vehículos importados y una llamativa vida de placeres descomunales, como por ejemplos viajes mensuales a Europa.

Un secreto a voces circulaba en el barrio: “vende drogas”. Su casa, con altas paredes perimetrales que impedían la vista al interior, portones automáticos, y porteros digitales, era la envidia de todos los vecinos.

Tras la denuncia, la Unidad de Narcomenudeo solicitó que Gendarmería Nacional tomara cartas en el asunto. Así fue como por varios meses los efectivos realizaron trabajos de inteligencia.

Con escuchas telefónicas determinaron que Díaz, junto con otros tres cómplices detenidos, se dedicaba a la venta de sustancias. “Sí hay mandarina. Se nos acabó la fruta, sólo tenemos verdura”, eran los términos que utilizaban para informales a sus clientes sobre las sustancias.

Según se manifestó en la audiencia la “mandarina” -cocaína en su máxima pureza- era lo que más se pedía.

Trabas en la investigación

Mientras los efectivos realizaban averiguaciones, Díaz fue alertado. Una persona, a quien también investigan ya que al parecer tenía conocimiento de las averiguaciones, le manifestó: “Cuidate. Te están investigando”.

Los efectivos -que con orden del juez realizaron múltiples escuchas telefónicas- lejos de parar con la investigación, fueron cautos, tuvieron mesura y permanecieron “quietos”.

Gracias a ello, descubrieron que Díaz les informaba a sus clientes que no tenían y les “recomendaba” lugares donde vendían “frutas y verduras” de buena calidad. Allí se inició otra investigación y apareció el “Murua”, el otro imputado.

Utilizando el mismo trabajo de inteligencia, los efectivos determinaron que este último nombrado se dedicaba a la compra y venta de sustancias. Con evidencias contundentes sobre la comercialización, los efectivos realizaron los allanamientos.

El día 15, Díaz y Murua -junto con Romano y Toledo, sindicados como cómplices- quedaron tras las rejas. Se allanaron casas en el Bº San Carlos, Las Moras, Banfield, Centro de La Banda y una casa del Bº Industria, en ciudad Capital.

La Fiscalía solicitó al juez de Control y Garantías, Dr. Carlos Ordóñez Ducca, la prisión preventiva para Díaz y Murua, ya que existen evidencias en su contra y otros delitos.

En paralelo pidió que Romano, quien reconoció cometer el delito, sea sometido a juicio abreviado y sea condenado a tres años de prisión en suspenso, bajo estrictas reglas de conducta.

El magistrado hizo lugar al pedido de la Dra. Presti y dictó la prisión preventiva para Díaz y Murua, y condenó a Romano.

Tienen en su haber estafas por sumas millonarias

Durante la investigación por la venta de cocaína y marihuana al menudeo, los efectivos de Gendarmería -quienes realizaron un trabajo impecable, según informó la fiscal- determinaron que no sólo era el único delito que cometían.

También se logró establecer que en la casa de uno de los imputados se secuestraron 22 documentos de identidad apócrifos, y gran cantidad de tarjetas clonadas. Además tenían una PC con una base de datos de miles de personas.

La maniobra era realizar compras a través de internet como carteras extranjeras, repuestos para vehículos, artefactos electrónicos, repuestos para vehículos, perfumes importados y paquetes turísticos utilizando información de dichas tarjetas.

Los artículos no llegaban solamente a la ostentosa casa de uno de los imputados, sino también a la de sus padres, cuñados y hermanos, de quienes se sospecha que estaban al tanto de que los bienes eran mal habidos.

Otro ilícito se efectuaba con la compra de gasoil. Según se supo, el sujeto adquiría el combustible robado para luego comercializarlo a otro precio en sectores donde se encarecía por su falta, como en parajes del interior de La Banda.

Por dichos ilícitos, uno de los acusados también está imputado.

Murua ya fue condenado por venta de estupefacientes

La representante del Ministerio Público pidió la prisión preventiva de Murua. Entre sus fundamentos mencionó que existen peligros procesales, además mencionó que Murua ya había sido condenado por la Justicia Federal.

Según expresó la Dra. Presti, el imputado fue condenado en el año 2017 a una condena de un año en suspenso, con cumplimiento de medidas, tras ser detenido por tenencia y comercialización de sustancias tóxicas.

La Fiscal de Narcomenudeo explicó que el imputado, quien tiene los medios económicos, podría profugarse, ya que en caso de ser enjuiciado su pena será efectiva.


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