Aseguran que en esta época del año se potencia el riesgo de sufrir cáncer de piel por la desmedida exposición al sol
Uno de los puntos más delicados a los que hay que prestarle mayor atención es a los lunares en zonas de mayor exposición. También las camas solares son riesgosas. Una experta brinda recomendaciones para evitar las graves consecuencias.
Con la llegada de los días de calor, comienzan a poblarse los espacios donde las gente se tiende a broncearse para llegar a las vacaciones de verano con un color adecuado al momento. Sin embargo, si no se toman las precauciones necesarias, se pueden sufrir afecciones en la piel de extrema gravedad, especialmente aquellas personas que presentan condiciones de riesgo.
“Hoy en día el sol afecta todo el año por cuestiones de la escasa filtración de la capa de ozono, mas en época de verano y sobre todo en Santiago del Estero, por lo cual el riesgo aumenta, y las consultas se hacen más frecuentes por lesiones que aparecen en zonas expuestas”, indicó la doctora Belén Avendaño consultada por EL LIBERAL.
Y aunque el riesgo aumenta durante el verano, la profesional advirtió que en invierno “lo que suelen hacer los adolescentes y adultos es el uso de camas solares, por lo que el riesgo de adquirir melanoma (cáncer de piel) aumenta”.
Mayor riesgo
Respecto de las personas que mayor riesgo presentan de surgir lesiones precancerosas y cancerosas, explicó que “son aquellas que presentan un fototipo bajo (pieles blancas, ojos claros y pelos rubios o pelirrojos)”, aunque enfatizó que “nadie está exento”.
“Además, también hay que tener presente los antecedentes de cáncer de piel que puede haber en la familia, algunos lunares displásicos (que hay que controlarlos), quemaduras solares en adolescencia, etc.”, amplió.
La doctora Avendaño aseguró que “el cáncer de piel es muy frecuente de ver en las consultas y es prevenible”.
Acumulativo
“El daño solar es acumulativo, por lo que es necesario utilizar protector solar desde la infancia. Los protectores solares no son incómodos o “pegajosos” como refieren algunos pacientes, sólo que hay que saber elegir el adecuado para su tipo de piel.
Existen diversos tipos: aquellos que son resistentes al agua y los otros; para niños o adultos; para rostro o corporales; e incluso también para pieles grasas o secas, por lo que hay variedad de precio.
Hay que aclarar que es necesario visitar a su dermatólogo para que le indique el que corresponde”.
Aseguró que el uso de protector solar debe ser todo el año, incluso en invierno, renovándolo cada tres horas.
Cómo se reconoce un lunar normal
Por lo general, un lunar normal es una mancha de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Generalmente, los lunares miden menos de 6 milímetros (aproximadamente 1/4 de pulgada) de ancho (aproximadamente el ancho de una goma de lápiz). Algunos lunares pueden estar presentes al momento de nacer, pero la mayoría aparece durante la infancia o la juventud. Un médico debe examinar los lunares nuevos que aparecen más tarde en la vida de una persona.
Permanencia
Una vez que se ha originado un lunar, por lo general conservará el mismo tamaño, forma y color por muchos años. Eventualmente, algunos lunares pueden desaparecer. La mayoría de las personas tienen lunares, y casi todos son inofensivos. Sin embargo, es importante reconocer los cambios en un lunar (como su tamaño, forma, color, o textura), que pueden sugerir que un melanoma se está desarrollando.
La importancia de conocer el método de “la regla ABCDE”
La señal más importante para el melanoma es algún lunar nuevo en la piel o uno existente que haya cambiado en tamaño, forma o color. Otra señal importante es algún lunar que luzca distinto a los otros en su piel (conocido como el signo del patito feo).
Si presenta una de estas señales, acuda a su médico para una revisión de la piel.
La regla ABCDE es otro método para identificar las señales habituales del melanoma. Permanezca alerta y notifique a su médico si observa lunares que tengan cualquiera de las siguientes características:
A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no corresponde a la otra mitad.
B de Borde: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.
C de Color: el color no es uniforme y pudiera incluir sombras diferentes de color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas.
D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (alrededor de ¬ de pulgada o aproximadamente del tamaño del borrador de un lápiz), aunque los melanomas algunas veces pueden ser más pequeños que esto.
E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando.