Crimen de Alberto Móttola: Fiscalía y defensa afinan sus estrategias
Los cargos serían “homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria”, pero por ahora todo es relativo.
Mariano Gómez definirá esta semana los cargos y se presume que serían “homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria”.
En su posición, Móttola fue asesinado por dinero, es decir el móvil sería económico.
Sin embargo, por ahora todo es relativo y la mirada de la defensa no será la excepción.
Rodrigo Cruz y César Barrojo no darían nada por perdido. Confían en una estrategia en común, pero basada en 3 o 4 imputados con un rol específico en la odisea de Móttola.
Sugieren que Cruz “blindaría” a la peluquera de las acusaciones. En contexto, intentaría tomar distancia de los cargos y negar todo vínculo con Fernández, aún cuando el entrecruzamiento de llamadas pareciese contradecirla.
Es más, en el peor de los escenarios la defensa reclamaría una “prueba plana de voz”.
Técnicamente, la Fiscalía debería demostrar y acreditar, que las voces (entrecruzadas) por los expertos sean efectivamente las de Díaz, Fernández y el nuevo preso, Silva.
Dentro del amplio abanico, los defensores no descartarían abrir el juego y que sea la Fiscalía la que haga el desgaste a la hora de acreditar cómo acordaron los tres detenidos para matar a Móttola.
Desde la Fiscalía retrucarían que a Fernández lo motivó la ambición económica; a Díaz, su despecho o ira y a Silva, tal vez el apego afectivo-sexual que lo llevó a involucrarse con la peluquera y con todo su “combo”.
Sin embargo, eso es teoría. En la práctica ningún actor se apega fríamente al libreto y muchos trastabillan ante la exposición de su macabra “obra”.
Las flaquezas de la causa que entusiasman a los imputados
1) Nunca apareció el arma homicida. Algunos sostienen que está en Santiago. Otra, en julio el federal fue sancionado en Buenos Aires y le fue retenida su pistola reglamentaria.
2) Subyacen dudas sobre el real vínculo entre el federal y la peluquera. Si el móvil fue económico, a Fernández lo espera la prisión perpetua.
En cambio, si mató a Móttola por el “amor” y el sufrimiento al ver a Díaz aterrada por la impugnación de paternidad, la defensa invocaría crimen en emoción violenta.
3) “Embarcarse” en un crimen por encargo, supone que la Fiscalía tiene pruebas contundentes y que iría por todo: y que en el juicio reclamaría perpetuas masivas.
El entorno sugiere a Silva declarar en la indagatoria
Esta semana, la Fiscalía indagaría a Silva y su defensa propone romper el mutismo y hacerlo declarar.
Interpreta su entorno que callando, Díaz no logrará separar y cortar el vículo que la asocia con el federal, posible homicida.
Un experto del Derecho jura que lo ideal hubiese sido hacerla declarar: negar todo y romper esa dualidad con la que la Fiscalía proyecta enjuiciarla el año próximo.
En tanto, la defensa de Silva busca rescatarlo del “dueto” penal y que clarifique la relación que lo unía con Díaz.
Mal que le pese, interpretan los abogados, amante no es lo mismo que “socio” de un crimen atroz y mucho menos firme candidato a un largo período en prisión.