Planifican una autopsia psicológica en el caso de la mujer que mató a su hijo y luego se suicidó
Los forenses habrían descartado la hipótesis de una tercera persona homicida, al igual que signos de violencia en los cuerpos de la docente Reina Rivero y su hijo autista de 14 años.
Madre e hijo fueron hallados sin vida en la antevíspera, en su casa de manzana 26, lote 5, Bº Juan Díaz de Solís.
Con familiares y vecinos aún consternados, el fiscal Ángel Belluomini realizó ayer una inspección ocular en la vivienda del sur.
Respaldado por expertos de la policía, Belluomini efectuó nuevas pericias que se suman al secuestro de celulares.
Preliminar
Asimismo, los forenses le habrían aportado un valioso informe preliminar.
Habrían descartado la intervención de un tercero, con lo cual la tragedia se focalizaría sólo en la madre y su hijo adolescente.
Como la Justicia no halló carta u otra comunicación, el fiscal aún desconoce el móvil, es decir el disparador del horror.
Otro aspecto valioso es que los forenses no habrían garantizado que Rivero mató a su hijo y se suicidó.
Testimoniales
Por otra parte, en la víspera la Fiscalía habría autorizado la entrega de los cuerpos a sus familiares.
También hoy partirían citaciones para la toma de declaración del padre del menor y todos los otros familiares de las dos víctimas, trascendió.
En ese amplio abanico de medidas, el fiscal Belluomini también proyectaría una “autopsia psicológica”.
Para la ciencia, en sentido figurado, “revivir” a una persona que se ha suicidado, es posible.
Hay casos de muerte en los que los motivos o las evidencias no son muy claros, por lo que no se sabe con certeza si se trata de un suicidio o de un homicidio.
Para esclarecer muertes dudosas se desarrolla la “autopsia psicológica”.
En la práctica, expertos en psicología diagramarían una investigación en que se desandarían los últimos meses o semanas de las víctimas.l