Ahora más que nunca, se necesita responsabilidad en gobierno y oposición
Por Marcelo Capello. Economista. IERAL. Fundación Mediterránea
Lo que debería haber sido una elección primaria para que los partidos diriman sus internas, ha planteado una situación inédita, ya que los mercados han reaccionado “como si” la elección de octubre ya se hubiera definido.
En un país como Argentina, los períodos pre-electorales y las transiciones post electorales suelen ser complejas, dada la alta sensibilidad del ciudadano promedio respecto de las variables económicas y financieras (con un historial de eventos que justifican plenamente esa sensibilidad), y con una dirigencia política que no suele adoptar políticas de estado.
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Potenciando esa característica general del país, la situación política que se planteó tras las Paso amerita todavía más responsabilidad del gobierno y partidos de oposición.
La situación mejoraría notablemente si desde la oposición se hicieran anuncios económicos, detallados y creíbles, reafirmando la voluntad de cumplir con los compromisos de deuda, de seguir con un acuerdo con el FMI (aunque eso incluya alguna renegociación racional) y de evitar controles de capitales tipo “cepo”.
Y especialmente si ya no hay referencias a un tipo de cambio subvaluado, como ocurrió inclusive luego del nuevo salto del dólar tras las Paso. Afortunadamente, en las últimas horas han existido declaraciones de integrantes del equipo económico de la oposición en el sentido que el actual tipo de cambio es de equilibrio desde el punto de vista macroeconómico.
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En este período pre-electoral y luego en el post electoral, se requiere que oficialismo y oposición actúen con mucha responsabilidad, por las variables sociales que se hallan en juego, y para evitar eventos de inseguridad jurídica cuyas consecuencias negativas duran años. No obstante, tampoco hay que esperar acciones que vayan en contra de los propios intereses de los grupos en pugna, cuando aún no se ha dirimido la elección de octubre.
Un elemento estratégico para el gobierno y la oposición es el uso que se haga de las actuales reservas del BCRA. A la oposición no le conviene que la actual administración deje el BCRA con muy pocas reservas, porque ese hecho le generaría fuertes restricciones para después del 10 de diciembre. Este elemento estratégico podría encauzar una situación de cooperación entre gobierno y oposición.
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Así, el equilibrio sería uno en el que el gobierno se muestre decidido a utilizar las reservas en forma razonable y la oposición anuncia propuestas económicas razonables para los mercados, que no le resten sustento electoral. Así, podría atenuarse la volatilidad de los mercados, sin necesidad de sacrificar muchas reservas y cumpliendo con las obligaciones.