INDAGATORIA

Uno de los detenidos por el macabro asesinato de Ricardo Peñaflor es un policía retirado

Con el correr de las horas más detalles se conocen acerca de los cuatro detenidos frienses que estarían involucrados en el asesinato de Ricardo Peñaflor, el hombre que fue ejecutado de un tiro en la cabeza y más tarde quemado en la caja de su camioneta.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron que Lindor Alfredo Rodríguez (de 55 años) -quien está tras las rejas al igual que su esposa, Claudia Viviana Pereyra (51)- es un policía retirado que abandonó las filas cuando cumplió los años de servicio estipulados. Si bien aún no habría trascendido la participación de Rodríguez en el asesinato de Peñaflor, cuando se quebró ante la policía catamarqueña, Saúl Jerez explicó que Vega le había hablado de dos supuestas personas que les cobraban 20.000 pesos para cometer el crimen.

Rodríguez, al igual que su esposa, una docente rural, fueron detenidos la madrugada del miércoles 14 pasado cuando la policía allanó su casa. Ahora ella se encuentra alojada en la Subcomisaría de Villa La Punta.

Indagatoria

Mientras tanto, la fiscalía continúa con las investigaciones y tal como lo adelantó EL LIBERAL, durante la jornada de ayer comenzaron las indagatorias de los apresados.

Lindor Alfredo Rodríguez, (55) Nicolás Miguel Vega (49) y Claudia Viviana Pereyra (51), optaron por el silencio en la ronda de declaraciones indagatorias que en la jornada de ayer los fiscales Gustavo Montenegro y Belén Pan han decidido iniciar. De cara a esta investigación, trascendió que en las últimas horas ha arrojado elementos reveladores, especialmente en la zona de Catamarca, donde presuntamente uno de los detenidos confesó cómo habrían ultimado al hombre que fue encontrado calcinado el jueves 8 de agosto cerca de Frías.

Solo bastó que se encontrara la punta del ovillo, ayudado por la tecnología y el trabajo de campo de los investigadores santiagueños y catamarqueños para que el escenario de uno de los crímenes más horrendos que registren los archivos comenzara a iluminarse de cara a su esclarecimiento.

El miércoles último, las divisiones de Homicidio y Delitos Comunes de las fuerzas policiales de ambas provincias lograron la detención en esta ciudad de Lindor Rodríguez, su esposa Claudia y Nicolás Vega a quienes las pistas los situaban en el círculo cercano de la desaparición de Ricardo Peñaflor, un hombre de 60 años que la familia los buscaba intensamente desde el martes 6 de agosto y que había efectuado un comparendo en la Subcomisaría de Achalco, en el departamento El Alto.

Dos días después, el cuerpo hallado ultimado de un tiro en la cabeza y calcinado en la caja de una camioneta, parecería indicar que se trataba del desaparecido Peñaflor.

Los elementos lo vincularían con el hombre desaparecido y hasta un arma de fuego que fue entregada que fue entregada por uno de los hijastros de Saúl Jerez (74 años) -único detenido en aquella provincia y quien según las fuentes policiales catamarqueñas confesó cómo se produjo el sangriento crimen- entregó el arma, un revólver calibre 32 que sería peritado por los especialistas.

Ayer, durante la declaración indagatoria, la Justicia le dio a conocer a los imputados las evidencias que obran en su contra, por las cuales los vincularían a este homicidio y ellos optaron por el derecho de guardar silencio (es decir abstenerse de declarar).

Utilizando este recurso los detenidos ganan en tiempo hasta tanto sus abogados defensores puedan conocer más el expediente y en función de ello poder establecer cómo será la estrategia de defensa futura cuando la causa comience a dirimirse con mayor intensidad durante el proceso de investigación preparatoria.

Detalles

El licenciado Quevedo llegó un poco más con la información hasta lo que sería el supuesto móvil del crimen, a lo que según el detenido mataron a Peñaflor porque éste se habría apropiado de un terreno sobre el cual Vega y Jerez aducen que es de ellos. La zona, por historia, es característica de situaciones conflictivas entre familias por cuestiones de tierra y también por abigeato.

También la autoridad policial le reveló a este diario que, a decir del propio Jerez, semanas antes de cometer el ataque, él y Vega “habían conversado sobre cómo cometer el hecho y Vega le contó a él supuestamente que tenía a dos conocidos que le cobraban $20.000 pesos para cometer el homicidio y Jerez aseguró que le dio a Vega 10.000 para que lo asesinen”. Pero hay un interrogante, ¿existió el crimen por encargo o es que la mano de quien apretó el gatillo del arma puesta en la cabeza de Peñaflor es de alguno de estas mismas personas?l


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