Detalles de cómo perpetraba la maniobra de usura el prestamista para defraudar a sus clientes
Una comerciante ratificó en la Fiscalía su denuncia en contra de un conocido prestamista local por defraudación y adulteración de documentos y ya son seis las denuncias formales que pesan en su contra, aunque insisten en que en la próxima semana el número de damnificados podría llegar a 20. Se conocieron detalles de la maniobra.
Tal como lo publicó EL LIBERAL en su edición de ayer, un usurero de esta ciudad fue denunciado por una comerciante que lo acusó de haber adulterado pagarés por una deuda que había adquirido y que luego pretendía cobrarle sumas siderales.
Idéntica maniobra habría sido denunciada al menos por otras cinco personas y en los pasillos de Tribunales y de la Fiscalía ya trascendió que serían alrededor de veinte los damnificados.
La causa está en manos de la fiscal de la Circunscripción Capital, Dra. María Alejandra Holgado, la cual solicitó una serie de informes, pericias caligráficas y estado de las causas en los juzgados en lo Civil.
Las mismas fuentes señalaron que el denunciado aún no fue imputado por la Fiscalía.
Las fuentes confiaron que ya son seis las denuncias formales que se registran en contra del prestamista, describiendo idéntica maniobra de defraudación.
Los damnificados serán representados por la Dra. Sandra Zemán, la cual solicitaría el miércoles a primera hora una serie de medidas para acelerar la investigación de la causa.
Hasta ahora se estima que el perjuicio en contra de los damnificados supera los $2.500.000.
Operatoria
Si bien por estas horas todo es materia de investigación, las fuentes consultadas explicaron algunos detalles de la maniobra que habría pergeñado el conocido prestamista de esta ciudad Capital.
Por ejemplo, en el caso de una comerciante, la mujer habría requerido un préstamo por $30 mil, recibiendo a cambio un cheque por ese monto y firmando un pagaré por $36 mil a pagar al mes siguiente.
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De acuerdo con lo expresado en las denuncias, el usurero, aprovechándose de la confianza de los damnificados, completaba delante de ellos sólo la parte del número de los pagarés y los hacía firmar, llevándose el documento.
Luego, en su casa, habría agregado un número delante del escrito inicialmente; por ejemplo, le agregaba el 1 y completaba una deuda de $136 mil y luego completaba el documento con la cifra en letras.
Posteriormente, a través de una demanda civil, ejecutaba la deuda por el monto que prácticamente cuadriplicaba la deuda original.
En otras ocasiones, no devolvía los documentos cuando le saldaban la deuda y los volvía a ejecutar meses después.
En la causa serían incorporados los pagarés originales para ser sometidos a pericias caligráficas.
Irregularidades
En diálogo con EL LIBERAL, la Dra. Sandra Zemán, que se constituirá en querellante, remarcó que de acuerdo con las primeras averiguaciones que pudieron realizar, el prestamista estaría inscripto en la Afip como monotributista en la categoría más baja, pese a que realiza movimientos financieros de manera constante.
Al mismo tiempo, deslizó que para iniciar las demandas civiles y en mediación, es decir, para ejecutar las deudas usurarias, contaba con la colaboración de miembros de su familia, haciéndolos partícipes de las maniobras ilícitas.