Grooming: alerta por el acoso sexual virtual a menores en Santiago a través de las redes
“Dejar a un hijo menor de edad interactuar en una red social, es como enviarlo a las 12 de la noche a la calle solo”, aseguran los especialistas en Ciberdelitos de la Policía de la Provincia, un área creada para combatir diferentes tipos de ilícitos, pero principalmente el grooming.
En la última semana, los efectivos de la División Ciberdelitos de la Policía santiagueña procedieron a la detención de un joven de 20 años del barrio 8 de Abril, que habría acosado a través de las redes sociales a cuatro adolescentes de La Banda. Las víctimas tenían apenas 13. Pero éste no es el único caso, ni es algo aislado, sino que se trata de una práctica que se da con mucha más frecuencia de la que imaginamos.
EL LIBERAL indagó sobre esta problemática con los expertos de la Policía de la Provincia, sus aspectos más comunes, cómo es el perfil de un “groomer”, qué precauciones se deben tener en cuenta, los indicadores que los padres o tutores pueden advertir y cómo se investiga este tipo de delitos.
La División Ciberdelitos fue creada hace dos años, aproximadamente y viene trabajando en distintos casos y recibiendo deferentes capacitaciones a través de la Secretaría de Seguridad, perfeccionando a sus efectivos en las diversas herramientas y metodologías de investigación digital y preservación de la evidencia digital, para poder dar resolución a las nuevas problemáticas que surgen en la provincia.
Los especialistas sostienen que en Santiago aún es algo novedoso, no se registraban muchos casos, o bien, no se denunciaban por el desconocimiento de que existen penas que castigan ciertas acciones que se cometen a través de dispositivos electrónicos o comunicaciones electrónicas.
El grooming se encuentra contemplado en el artículo 131 del Código Penal, el cual señala que se castigará a las personas mayores de edad que contactan a menores a través de cualquier tipo de telecomunicación o comunicación electrónica con fines de poner en riesgo su integridad sexual. Estipula penas de entre 6 meses y 4 años.
Abordaje
Miembros de la División Ciberdelitos de la Policía de la Provincia dialogaron con EL LIBERAL y brindaron algunas precisiones: “Una de las facilidades que ofrece internet es el anonimato a las personas que cometen este tipo de hechos; se hacen pasar por menores de la misma edad, crean lazos de amistad, vínculos emocionales con el menor, se ganan la confianza y luego lo que hace el ‘groomers’, es pedirle fotografías, que exploren su cuerpo, videollamadas para mantener conversaciones eróticas y una vez que obtiene una fotografía de su víctima en ropa interior o mostrando su cuerpo, comienza la etapa final que es el chantaje”.
“Comienza a pedirle más material, sino hará pública la fotografía que ya obtuvo ante sus amigos en las redes sociales, hostigándola psicológicamente para que acceda a enviarle más imágenes”, agregaron.
Según explicaron, “siempre tiene un trasfondo de índole sexual, buscan tener videollamadas eróticas y en el peor de los casos, puede llegar a un encuentro personal y que suceda un abuso sexual o un daño físico, que ya sería un hecho aún más grave, por ello hay que tomar las precauciones necesarias, ya que no sabemos cuál es el estado psicológico del acosador”, enfatizaron.
El joven detenido el martes por un caso de grooming, se abstuvo de declarar ante la fiscal que investiga el hecho, Dra. Jésica Lucas, la cual aguarda los resultados de las pericias a su celular, pese que intentó destruirlo al momento de ser apresado arrojándolo al suelo, y no descartan que pueda surgir información de otras posibles víctimas. l