La defensa se plantará con la teoría del homicidio culposo
El abogado Horacio Pato asumió la defensa del cabo 1º José Miguel Abraham.
Pese al hermetismo y a la veda verbal por él impuesta, trascendió que para el letrado los hechos fueron diferentes a los conocidos y ventilados.
En ese sentido, Pato sostendría que no hubo tiro intencional y los policías habrían sido agredidos por un grupo de desconocidos.
El disparador habría sido el momento en que los efectivos aprehendieron a un joven de apellido Farías, en la vereda de la casa de la víctima.
Mientras el sujeto era cargado en la caja de un patrullero, otros “aliados” habrían agredido a los uniformados.
Siempre en función de la visión de la defensa, atosigados por los desconocidos (en la oscuridad) habría partido un ladrillazo que impactó en uno de los policías.
Al instante, Abraham habría sacado la Itaka. Intentó dispersar a los revoltosos, pero el gatillo se le habría trabado.
Luego, Abraham recurrió a la pistola reglamentaria 9 milímetros. Allí se precipitó el momento clave: disparó al piso y de “rebote” la bala dio de lleno en la frente de Silvia.
Aceptado, o no, allí radicaría la verdad a la que se aferrará Pato desde hoy.
En su posición, Abraham no debería ser acusado por “homicidio agravado por su condición de funcionario policial”, sino por “homicidio culposo”.
En consecuencia, para el letrado se habría tratado de una muerte accidental.
Pericias
Vale subrayar que las posiciones de la Fiscalía y de la defensa serán monitoreadas por las pericias.
Sea cual fuere la teoría de las partes, los gendarmes guardan un “as” y las pericias serán esclarecedoras.