LAS ARENAS, BELGRANO

Kasinsky recibió 16 años por el crimen de Dalma Barreto y Amaya quedó libre

El luto, las lágrimas y la desazón por el asesinato de Dalma Barreto es responsabilidad plena de Benjamín Kasinsky, al ser condenado a 16 años de cárcel y, por el contrario, Daniel Amaya volvió a ver la luz del sol, absuelto por el “beneficio de la duda”.

A las 13, los vocales emitieron la sentencia en contra del novio de la malograda joven embarazada y del sobrino, ambos de 20 años.

Llegaron a juicio la semana pasada, acusados de pactar el homicidio de la joven embarazada de siete meses, en Las Arenas, departamento Belgrano.

La tragedia estalló la madrugada del 25 de junio del 2017 en unos maizales de un campo privado.

Los cargos

“Homicidio doblemente calificado agravado por el vínculo y por mediar violencia de género en grado de instigador”, eran los cargos para Amaya.

En tanto, la fiscal María Emilia Ganem atribuyó a Kasinsky la figura de “homicidio calificado por mediar violencia de género en grado de autor”.

En la víspera, Amaya pidió perdón a la familia de la jovencita. “Nunca quise hacerle daño a Dalma”, lamentó el joven que vive en Villa Minetti, Santa Fe.

Luego, Kasinsky también imitó a su tío, al solicitar perdón a todos los seres queridos de Dalma.

Sin violencia de género

En su resolución, los vocales condenaron a Kasinsky, al responsabilizarlo de gatillar la carabina y segar la vida de la joven.

En consecuencia, descartaron que se le haya escapado el tiro y que ignorase el funcionamiento del arma, propiedad de la familia Amaya.

En su testimonio, Kasinsky había señalado: “No sé en qué estuve pensando al decidir asustarla. Llevé la carabina para amenazarla, porque ella presionaba a mi tío con el bebé por nacer”.

Así, esa madrugada el joven recorrió casi 80 kilómetros. Al enfrentar a Dalma, partió un tiro que dio de lleno en la cabeza.

Condena virtual

Nació un proceso que proyectó al tío y sobrino como “cultores” de un trágico pacto macabro.

Amaya, un novio resuelto en deshacerse de una novia embarazada molesta y Kasinsky, el típico pariente dispuesto a “taparle” y apañarle los excesos del familiar predilecto.

Una instrucción de dos años fue pulverizada por la sola confesión de Kasinsky: “Nadie me ordenó matarla. Fui yo y nadie más”.

La Fiscalía espera los fundamentos y apelaría

Los fiscales Andrea Darwich y Álvaro Cantos habían solicitado prisión perpetua, en los alegatos.

Acusaron a Daniel Amaya de ser el autor intelectual del crimen e instigar a su sobrino a que asesinara a Dalma, ya que el joven no deseaba que la menor diera a luz a la bebé.

“El fallo del Tribunal causó un gran estupor, ya que no se contempló que el crimen de Dalma Barreto tiene el agravante del femicidio, y que tanto Amaya como Kasinsky habrían acordado el triste final para la joven y el bebé que llevaba en su vientre”, subrayó la Fiscalía en un comunicado enviado a esta redacción.

Investigación

Para la Fiscalía, los dos jóvenes actuaron en común acuerdo, al punto tal de engañar a Dalma que Amaya iría a verla, llevándole una cunita para la bebé por nacer.

Nada de eso ocurrió. En lugar de Amaya, se presentó el sobrino y en escasos segundos hizo añicos, con un plomo, los sueños de Dalma y todos sus seres queridos.


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