Bº TARAPAYA

Agredió a su hija con rebenque y palo oponiéndose a su noviazgo

En dos días de furia desmedida, madre e hija padecieron la violencia del “jefe de la casa”, al ser apaleadas con rebenque y palo de escoba, sólo porque la joven se puso de novia con el joven “equivocado”.

El escándalo tuvo de protagonista a Ramón Orlando Guzmán, de 51 años, con residencia en el Bº Tarapaya, denunciado por su esposa, Norma Mercedes Pérez y su hija, María Florencia Guzmán, de 21.

Según la investigación de la fiscal Norma Matach, Guzmán no tolera al novio de María, Daniel Marcelo Giménez, del Bº Juan Díaz de Solís.

“Te dije que no quiero verte con el drogao y vago de m...”, bramó noches atrás.

Según la cronología, la noche del 10 de mayo Guzmán insultó a María porque salió de la casa para esperar a Daniel.

Insultos crudos

“¿Qué cree él que sos una p... para andar en la calle?”, reprochó el individuo.

Igual su hija salió a la calle, en busca del joven que debía retirarla en su auto.

Antes, Guzmán apareció en la cita y a rebencazos obligó a María a regresar a su casa.

La noche del 11, Guzmán ascendió a su camioneta y salió a buscar a María en una iglesia evangélica del barrio.

El “culto” ya había terminado y la pareja charlaba en el auto de Daniel. Guzmán irrumpió enojado y sacó a empujones a su hija y la obligó subir a su vehículo. La llevó insultándola. Ya en el hogar, tomó un rebenque y la castigó con fiereza.

Intercedió su mujer y también recibió idéntico castigo.

En el piso, la hija le imploró que la deje en paz, pero su padre cambió de “arma” y la agredió con un palo de escoba.

La joven salió gritando de la casa y la socorrió su vecino “Cacho” Guzmán y después personal de la Seccional 49.

La condujeron al hospital Independencia y los médicos pudieron contenerle la sangre.

Alertada, la fiscal ordenó la aprehensión del agresor, quien terminó alojado en la 2ª.

De acuerdo con el informe médico, la esposa demandará 3 días de curación y su hija, 15.

2º round, adverso

Hoy, la historia conlleva dos capítulos cambiantes: uno, investiga la fiscal Matach.

El otro, sobrevino luego de que Guzmán recibiera una paliza a manos del novio de su hija, hecho que pasó a órbitas de otro fiscal.

Hasta entonces, desde ayer a la madrugada, Guzmán recupera la calma, y evoluciona de sus heridas, en una celda de la Comisaría Segunda, en el norte de la ciudad capital.


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