Desconocido habría encerrado a una niña de 7 años en el baño de la escuela
La Policía y la Fiscalía investigan una grave denuncia que realizó una mujer por un incidente que sufrió su hija dentro de un establecimiento escolar capitalino. La pequeña aseguró que un desconocido la interceptó en un recreo, le tapó la boca y la encerró en el baño. La menor recibió asistencia psicológica y no se descarta ninguna hipótesis.
De acuerdo con lo manifestado por las fuentes, el episodio se registró en la mañana del lunes, aunque la madre de la víctima radicó la denuncia ayer y a partir de ese momento se activaron los mecanismos policiales y judiciales. Sin embargo aseguran que durante el lunes, ya se había producido un revuelo por la situación y la lógica preocupación de otros padres.
Ayer alrededor de las 10.30, una joven de 25 años se presentó en la Comisaría 1ª del Menor y la Mujer. La denunciante manifestó que su hija de 7 años asiste a una escuela ubicada en Moreno y Sarmiento.
Siempre en función de la denuncia, la niña le había manifestado que el lunes mientras se encontraba en el interior del establecimiento, un joven al que desconocía la interceptó, le tapó la boca y la hizo ingresar al sector de los baños.
En principio la pequeña habría deslizado que el desconocido la dejó encerrada y no supo precisar si se trataba de un alumno de los años superiores, o alguien ajeno a la institución.
Tras la denuncia, en el caso tomó intervención la fiscal de turno para casos de abusos sexuales y violencia institucional, Dra. Érika Leguizamón, la cual ordenó que la pequeña y su madre se presenten en el Ministerio Público Fiscal para que sea entrevistada por los psicólogos, reciba la contención necesaria, y sea examinada por el Cuerpo Médico Forense.
Los ordenanzas y preceptores habrían buscado a la persona que encerró a la niña en cada rincón del edificio escolar, pero no habrían podido encontrarlo.
La madre de la menor también manifestó en su denuncia que recibió un llamado por parte de autoridades del establecimiento escolar y aseguró que sólo le señalaron que su hija había sufrido una “descompensación” y debía ser atendida, y nunca la habrían puesto en conocimiento de la real situación.
En consecuencia, la Dra. Leguizamón también citaría a profesores, directivos, preceptores y porteros de la institución escolar para profundizar las averiguaciones sobre lo sucedido.