Hasta 30 viagras de 100 miligramos le dan a un caballo que compite en una cuadrera
La muerte de un caballo en una carrera cuadrera realizada el domingo en Sumampa generó una polémica en torno a la situación sanitaria de estos animales en función del “negocio” que se mueve en torno a esta actividad.
Las carreras cuadreras deben ser autorizadas por el hipódromo provincial y por las autoridades comunales cuando se realizan en pueblos y ciudades del interior santiagueño. Hay una serie de condiciones previstas, aunque la mayoría están orientadas a preservar la seguridad del jockey: ambulancia, paramédicos, etc. Para los caballos, en algunos lugares -como el caso de Sumampa- se exige la presencia de un veterinario.
Pero poco pueden hacer estos profesionales cuando a los animales se les da “chusa” o “chinche”, como se conoce en la jerga, los anabólicos que se les suministran para favorecer su rendimiento en la cancha.
Te recomendamos: "Un caballo murió de un infarto al terminar una carrera "
“Antes, las carreras eran un motivo de reunión familiar; hoy se mueven millones de pesos en apuestas y a los animales se los exige demasiado”, dice un hombre del ambiente entrevistado por EL LIBERAL.
Coincide con él, una segunda fuente que prefiere también preservar su identidad. “Hay cuadreras que en Santiago pueden mover más de un millón de pesos, pero este fin de semana, en Catamarca se reunieron 15 personas y se movieron 70 millones de pesos”, asegura.
La actividad burrera, fuera del hipódromo, goza de una enorme convocatoria. “No sólo eso -afirman los voceros- del trabajo y la preparación de un caballo pueden vivir entre 6 y 8 familias, hay todo un laburo que hacen profesionales y peones y mucha gente que está pendiente del animal”.
“Sin embargo, no siempre se piensa en el caballo”, admiten ambos. Las exigencias apuntan a lograr que el animal pueda desarrollar la mayor velocidad posible, aunque para ello se ponga su propia vida al límite.
“Se usan chusas de uso humano, es decir, se les dan vasodilatadores, anabólicos, anfetaminas, una hora antes de la carrera, pero para que eso cause el efecto deseado sin consecuencias (pueden ser mortales), siempre hay que preparar al animal durante la semana con medicamentos hepáticos, justamente para evitar que colapse después de la carrera”, explica una de las fuentes.
Te recomendamos: Bernasconi: “El veterinario es el que determina que el caballo puede competir”
“Lógico, la chinche es un acelerador del corazón, el caballo tiene sus vasos sanguíneos dilatados durante la carrera, se sobreexige y si no lo has preparado antes, en la semana, puede revantar como ha pasado muchas veces”.
Codicia
Las apuestas mueven mucho dinero y es evidente que algunos recurren a cualquier herramienta para ganar. “Ahora también se le puede dar viagra al animal, tres días antes de la cuadrera, se le da 30 pastillas de viagra de 100 miligramos, es un vasodilatador también y se obtienen buenos resultados”.
Te recomendamos: “El contacto con el caballo debería ser de por vida”
En las cuadreras se enfrentan caballos afines “por invitación” que se pacta de acuerdo con las similitudes de los animales que pueden llegar a pesar entre 650 y 700 kg. Si están de acuerdo las partes, se pacta la competencia.
Alrededor, las apuestas mandan y “lo que antes era una reunión familiar para pasar un día en el campo tranquilo, se ha convertido en una competencia furiosa en la que los animales viven al límite, no somos todos así, pero que los hay, los hay”, dicen las fuentes.