LA BANDA

Secuestran 30 DNI y 90 fotocopias a gestora por estafa con falsos trámites de casas del Ipvu

Sobrevino la denuncia y la policía allanó la casa de la sospechosa, en La Banda. Fue indagada por la fiscal Celia Mussi. “Afer” con casas clausuradas.

Al menos 120 personas, entre Capital y Banda, habrían sido estafadas por una gestora bandeña, sospechada de cobrar hasta $ 4.000, invocando ser “influencer” directa de una funcionaria del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (Ipvu).

Allí se sitúa el aspecto medular de una presunta “defraudación” que la fiscal Celia Mussi corporizó en la gestora Eve Luz Díaz, con residencia en el Bº Las Moras, de La Banda. Todo se habría precipitado con la presentación de la secretaria Legal y Técnica del Ipvu, Sara Ayuch, quien alertó a la fiscal sobre una denuncia que le fue verbalizada por una mujer inscripta y a la espera de una vivienda.

Vigilancia

Sin dudarlo, Mussi facultó a los investigadores y montaron paciente vigilancia en el Ipvu, con la firme certeza de que la acusada recorría sus pasillos en busca de damnificados. Tal cual, en menos de tres días fue identificada la sospechosa y rápido partió una orden de detención. Así, fue allanada su vivienda y le secuestraron 30 DNI y 90 fotocopias de otros DNI. Según la causa, Díaz hacía base en el Ipvu y se relacionaba con los “postulantes” a viviendas.

Contactos internos Sin embargo, los policías no descartan que operaba con contactos internos, dado el aluvión de familias a la espera de una casa. Para los investigadores, a la gestora se la asociaría también con personajes resueltos en clausurar casas, anular adjudicaciones, a cambio de jugosas retribuciones de manos de los flamantes adjudicatarios.

Todo es analizado por la Justicia y la detención de Díaz ahora generaría inocultable incomodidad a muchos, aún protegidos por el anonimato. Prima facie, la fiscal estudia la imputación y se perciben nuevas denuncias que erosionan el horizonte de Díaz.

Entonces, la estrategia de una fácil excarcelación, por tratarse de un delito “simple”, amenaza aguársele, por el número de víctimas.

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