Pensionado trucho arrepentido firmó acuerdo con la Anses y devolverá $ 300 mil que cobró indebidamente
El dueño de una concesionaria de autos de La Banda acordó devolver a la Anses el dinero que cobró indebidamente de una pensión trucha, que se gestó con un acta de matrimonio falsa, por la cual se había “casado” con una jubilada muerta. Pablo Nattero firmó con el organismo previsional un acuerdo y devolverá $ 300 mil en 10 cuotas.
El comerciante había logrado previamente una probation (suspensión de juicio a prueba) de la Justicia Federal que lo había procesado y que le impuso realizar tareas comunitarias.
Este caso se encuentra dentro de la megaestafa a la Anses con pensiones derivadas truchas que se otorgaban a personas que se “casaban” con jubilados muertos para lo cual utilizaban actas apócrifas de casamiento.
Estas maniobras según la investigación del fiscal federal Pedro Simón, del juez federal Guillermo Molinari, y de la Dirección de Asuntos Penales y la Gerencia local de la Anses, fueron orquestadas por un grupo de exempleados de la Anses (detenidos, procesados, luego excarcelados, pero expulsados del organismo nacional).
Calificadas fuentes señalaron que el perjuicio por estas maniobras que tienen más de 40 procesados, supera los $ 35 millones, ya que además de las pensiones, en muchos casos los beneficiarios truchos sacaron préstamos Argenta que luego debían entregar a los miembros de la banda que operaba en el seno del organismo previsional.
Calificadas fuentes indicaron que los $300 mil que devolverá Nattero surgen del monto actualizado que incluye intereses y aclararon que no es una cifra equiparable a la que percibieron otros pensionados truchos, ya que en su caso, la pensión no había llegado a cobrarla más de un año.
La devolución del dinero es una de las premisas que se fijó la Anses, que quiere recuperar el dinero de esta estafa para que vuelva a las arcas del Estado y de ese modo vuelvan los fondos de los jubilados.
La defensa de Nattero había presentado un pedido ante el fiscal federal, Dr. Pedro Simón, para que su defendido sea beneficiado con una probation y, que además, se comprometía a devolver el dinero que cobró indebidamente.
En su indagatoria, el concesionario reveló que le vendió una camioneta a Cecilio Ibáñez, que tenía el rol de “gestor” de la banda de la Anses y que hacía de nexo con los beneficiarios truchos. Durante la operación comercial, Ibáñez le propuso a Nattero hacerlo beneficiario de “una pensión graciable” -según declaró el comerciante- para lo cual debía darle una fotocopia del DNI.
Aunque en un principio Nattero se negó, pero al regresar a cancelar la deuda por la compra de la camioneta Ibañez insistió y el concesionario aceptó.