Aseguró que su marido violó a su hija, pero la menor dice que fue un primo
Dos hermanitos atribuyeron a su madre reiterados castigos con látigos, encierros en su casa y hasta el haber encendido las hornallas de la cocina para causar un incendio.
Una nena de 12 años habría confiado a los psicólogos y a la fiscal Cecilia Rímini que en 2018 se quedó a dormir en la casa de un primo y que éste la accedió sexualmente.
Ello trascendió después de un prolongado trabajo en Cámara Gesell, precedida por una denuncia por abuso sexual que interpuso la madre de la nena en contra de su ex pareja, padre de la niña.
En el escrito, la mujer indicó que su ex compañero había ultrajado sexualmente a la menor y que la víctima internalizó tanto la sexualidad que se la pasaba manoseando a sus otros tres hermanitos pequeños. Preocupada, la funcionaria priorizó la investigación. Dispuso exámenes médicos, pericias psicológicas y un informe socioambiental, cuyas conclusiones alteraron por completo la historia.
En Cámara Gesell, la nena de 12 años y su hermanita de 6 habrían relatado que es la madre quien las castiga a latigazos y encerrándolos en la casa. Con los funcionarios sorprendidos, los hermanitos habrían recordado que la mujer supo encender las hornallas de la cocina, resuelta en provocar un incendio con ellos en el interior.
Rímini recibió las conclusiones médicas que confirmaron “desfloración” en la niña de 12 años. De nuevo, las sospechas se concentraron en el padre, pero ante los psicólogos la menor reveló que en el 2018 fue invitada por el primo, de 15 años, a su casa y que en la noche, el adolescente (inimputable) se habría trasladado a la cama de la nena, tapó su boca y terminó abusándola.