Crimen mafioso: el mecánico ya había recibido 4 balazos el año pasado y estuvo preso por robo
La Unidad Fiscal continúa con las averiguaciones y espera la información que hay en el teléfono celular de la víctima. En los próximos días citarán a su círculo intimo a la fiscalía.
El cuerpo del mecánico Gustavo Rubén Vázquez, asesinado de un tiro en la cabeza, fue sepultado ayer a la tarde. Mientras la familia trata de entender los motivos que produjeron el trágico desenlace que terminó con su vida, la Unidad Fiscal de La Banda trabaja contrarreloj para encontrar a la persona que ingresó al taller, aparentemente entre las 9.30 y 10.30 de la mañana, y lo mató por la espalda, sin darle oportunidad de defenderse.
En el marco de la causa, la División Homicidios y Delitos Complejos de La Banda reconstruyó la vida de la víctima, ya que todas las hipótesis apuntan a un crimen por ajuste de cuenta, aunque no se descarta que sea “pasional”. Pese al hermetismo del caso, se supo que de las averiguaciones para buscar un “posible enemigo” se estableció que Vázquez estuvo detenido entre 1999 y el 2000, por ser autor de un robo.
En aquella oportunidad la víctima, en complicidad con un contador, había ingresado a la financiera ubicada en calle Leandro Alem al 300, desde donde sustrajo gran cantidad de dinero. A raíz de las averiguaciones, la policía determinó que el “Cordobés”, como era conocido el mecánico, había cometido el atraco junto con el contador de la empresa, quien le había proporcionado información sobre el “movimiento” del comercio.
La vinculación de Vázquez con la Justicia en hechos policiales no terminaría ahí, ya que en el año 2018 fue víctima de un supuesto intento de robo. Según contó una de sus ex esposas a los investigadores, el ataque ocurrió también en su casa. La mujer, con quien Vázquez tiene 3 hijos en común, manifestó a las pesquisas que su ex se encontraba en el pasillo de la casa de calle Belgrano al 200 cuando fue atacado a balazos por una persona que aparentemente había ingresado a robar.
La víctima recibió al menos cuatro disparos por los que estuvo internado en un centro de salud privado. En ese entonces la policía no había podido identificar al atacante. Con el correr de las horas, los antecedentes y el avance de la investigación, la hipótesis de un asesinato por venganza cobra más fuerza entre las pesquisas, por lo que la información que puedan extraer del teléfono celular del mecánico será de vital importancia.
La causa quedará en manos de los Dres. José Alberto Piña y Juan Alende, quienes esperan los resultados de las pericias realizadas y además citarán a allegados a la víctima.