No a la condicional de un reo que violó a su hija de 8 años y luego la amenazó
Lleva preso más de 10 años, de 15 que le fueron impuestos. Según la nena, la llevaba al monte, la violaba y la amenazaba con colgarla si contaba tamaña vejación. Su madre la había dejado solita, harta de las palizas que recibía del hombre.
Un presidiario que ultrajó a su pequeña hija por años, seguirá tras las rejas porque la Justicia no lo considera aún apto para reintegrarse a la sociedad.
Así lo resolvió el juez de Ejecución Pena l , Rubén Seiler, al rechazar el recurso interpuesto por Ricardo Javier Herrera.
El individuo fue condenado el 18 de junio del 2010 por la Cámara del Crimen de 2ª Nominación. Lo había denunciado su ex esposa, de apellido Ramos, luego de que su hija le confiara que su padre “me hace cosas malas”.
En su relato, la mujer reveló que ella se había separado, tras 6 años de convivencia.
“Me fui cansada. Me pegaba y me apoyaba la escopeta en la cabeza y los cuchillos en el cogote (sic)”, declaró.
Tras su partida, Herrera se apropió de sus 4 hijos. Al tiempo, empezó a llevar al monte a la más chica. Lejos de los otros niños, le sacaba la ropa y la violaba. Llorando, la nenita volvía a la casa a seguir su rutina.
“Contá y te voy a colgar; más vale que te calles la boca o te mato con la navaja”, eran las amenazas habituales, ahondó la menor durante el proceso.
En el pueblo, la chiquita caminaba harapienta, con el cabello despeinado. Ello alertó a los vecinos y
le pidieron a Bravo que visitara a sus hijos porque algo malo ocurría.
Escándalo
Así lo hizo Bravo. Esa jornada, fue a un taller y llegó corriendo la niña. Le imploró que no la dejara sola con su padre. La condujo al monte y le entregó la navaja con la cual el sujeto la amenazaba para saciar sus bajos instintos.
Sin margen de error o dudas, fue interpuesta la denuncia y Herrera cayó preso por “abuso sexual con acceso carnal agravado”.
Al asistirla los psicólogos, confirmaron las vejaciones en la chiquita y recomendaron un tratamiento psicológico urgente.
Tribunal implacable
En el juicio, los vocales Juan Carlos Storniolo, Graciela de Avendaño y Osvaldo Pérez Robertti lo encontraron responsable de los abusos y condenaron a 15 años de cárcel. Desde entonces, el resto de la familia intenta mantenerse unida y Bravo protege a la víctima, ya adolescente, deslizaron los investigadores.