Madre presa e hija libre, por asesinato de un joven a la salida de un baile
El 30 de diciembre pasado atacaron con una navaja a Adrián Osvaldo Gerez. Era el ex de la agresora. El "choque" de los ex fue en un baile.
El juez de Control y Garantías, Rodolfo Améstegui, dictó ayer la prisión preventiva para una mujer que habría asesinado al ex novio a navajazos y excarceló a su hija, por considerar que más allá de intervenir en la agresión, su rol no desencadenó la muerte.
Así lo resolvió el juez, al fallar en contra de Livoria Bertolina Padilla, de 54 años, y, por el contrario, conceder la libertad a Marisel Abregú, de 27.
En audiencia, Victoria Sottini y la fiscal Carla León recordaron que el 30 de diciembre madre e hija interceptaron en un baile de El Sauce, a 3 kilómetros de Nueva Esperanza, Pellegrini, a Adrián Osvaldo Gerez, tucumano, de 43 años.
Pasado no cicatrizado
Era el ex novio de Livoria que ingresó a un baile de la mano de su nueva pareja, Dahiana Elizabeth Gambarte, de 26 años.
Según testigos, Livoria entró al baile y habría iniciado una provocación a la cual no respondió Gerez.
De madrugada, las mujeres lo encontraron fuera del baile e insultaron.
"Hijo...d....p, a vos te quería agarrar", habría vociferado Livoria.
En segundos, su hija tomó un palo y fue por Gerez. A su vez, Livoria atacó a navajazos a Gambarte.
Marisel golpeó con el palo al hombre y su madre lanzó varios navajazos a la nueva novia de su ex.
El sujeto cayó al piso, pero al contemplar que su pareja era el blanco de Livoria, se puso de pie e intentó frenarla y desarmarla.
Al instante, recibió dos heridas, una de las cuales le perforó el corazón. Gerez giró ya herido, caminó unos metros y detrás fue Livoria para acentuar la agresión. Sin embargo, el hombre cayó descompensado. Urgente, las agresoras subieron a un auto y fueron a la policía a denunciar violencia de género.
Mientras se asumían víctimas, alguien llamó, dijo la verdad y madre e hija terminaron esposadas.