SAN PABLO

Trungelliti: "Desde que conté lo que pasó, recuperé las ganas de entrar a una cancha"

"Damela que la necesito", imploró Marco Trungelliti mirando al cielo. "No sé si soy o no soy muy católico; no voy mucho a la iglesia, pero cada uno tiene sus conexiones", explicó el santiagueño que tuvo el deseo concedido y con un saque preciso terminó de decretar su triunfo por 6-4, 3-6 y 7-6 (5) ante el japonés Taro Daniel, en la primera rueda del ATP de San Pablo, Brasil.

Era su reaparición en las canchas después de la entrevista publicada por La Nación poco más de dos semanas atrás, en la cual denunció a las mafias que arreglan partidos en el tenis, un quiebre en su vida.

A diferencia del último partido, en la primera rueda de la qualy del ATP de Buenos Aires, donde se lo vio desorientado y nervioso, tirando la raqueta al suelo y gritando en su derrota ante el italiano Alessandro Giannesi, esta vez al santiagueño se lo notó relajado, concentrado y con sed, mucha sed de triunfo, algo que le bastó para sacarse de encima a un rival con experiencia y mayor recorrido en el circuito.

A continuación algunas de las frases que dejo sus charla con el periodista Federico Cornali, para Lanacion.com.ar:

"Fueron cambios muy drásticos, empezando por mí, que me siento más leve y me doy cuenta de las cosas ahora. Muchos jugadores se acercaron para mostrarme su apoyo acá, también algunos entrenadores y gente de afuera que se enteró por la nota en el diario, Otros aún siguen creyendo en historias, mentiras que oyen, pero eso es cosa de cada uno: los grupos están marcados y son ellos quienes deciden continuar por ese camino. Estaban cómodos con eso, con lo que hacían y me ven como repelente, lo diferente les da miedo. Los que me miraban raro lo hacían porque entendían que yo había tocado un tabú en nuestro deporte".

"Desde que conté lo que pasó, siento que recuperé las ganas de entrenarme, las ganas de entrar a una cancha. Mi objetivo era sentirme competitivo de nuevo y así fue. Lógico que ganar está bueno, pero si no estás competitivo no tenés chances. Ganar fue un regalo, pero si hubiese perdido 6-2 y 6-2 sintiéndome así, igual estaría contento".

"Andorra me limpió la cabeza. Es tranquilo, hay nieve. Después de lo que pasó, no tenía chances de agarrar una raqueta, de entrenar mi físico, por lo cual estuve una semana tirado y yendo a la montaña, para respirar. Si intentaba entrenar, con mi cabeza a mil, me habría lesionado".

"Volví a sentirme bien, sereno. Alguna puteadita se me escapó, pero normal. Volví a ser el Marco del Abierto de Australia, con mucha más energía. Hoy jugué casi tres horas a pura intensidad, días atrás no aguantaba ni 25 minutos, la cabeza se me iba. Ahora estoy feliz, ¡qué se le va a hacer!".

"El que más me bancó fue Leo Mayer, y creo que es el ejemplo a seguir, porque desde un primer momento se paró en la vereda de enfrente a la corrupción. Lo de Juan Martín Del Potro también fue buenísimo, porque es un referente, igual que lo de Fede Delbonis".

"Otros, lamentablemente, siguen en esa postura de quedar bien frente al público, ser políticos en un momento en el cual nadie debería ser político".

"Me siento liberado y fuerte. En contrapartida, los que antes se fortalecían mintiendo hoy arrugan la cara, bajan la mirada y ya no son tan adeptos a las provocaciones como antes eran. Las cartas están sobre la mesa y cada uno las juega como quiere".

"Mis familiares sufrieron un poco, tuvieron miedo. Pero son ellos los que me enseñaron a hacer las cosas correctamente y por ese camino voy a seguir. Aunque tengan miedo, así seguiré. Supongo en el fondo están orgullosos".

"A mí desde chico me enseñaron que robar está mal, y vender partidos también está mal, es simple. El problema no somos los que hablamos, el problema son los que callan. Creo que estaría bueno aprovechar todo esto para fomentar lo que está bien y lo que no entre los jóvenes tenistas, el problema es que seguimos teniendo muchas lacras en el medio y ya no es problema mío sacarlos de ahí".

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