La Anses pagó más de 30 mil sentencias, pero el número de juicios de pasivos no baja
El año pasado, la Anses pagó 30.737 sentencias por un total de $ 24.509 millones. Aun así, el stock de juicios no disminuyó porque, si bien fue ingresando una menor cantidad de nuevas demandas, hubo un número similar 30.535 de "reclamos administrativos", un paso previo ineludible para cualquier presentación judicial posterior, según explicaron en el organismo previsional.
Por ese motivo, se estima que hay todavía un stock de más 300.000 juicios con sentencias de primera y segunda instancia favorables a los jubilados.
En promedio, las sentencias suman $ 800.000 por jubilado porque las retroactividades que se pagan abarcan diferencias por 8, 9, 10 o más años por el alargue de los juicios debido a las apelaciones y las actualizaciones por el pase del tiempo.
Según la ley previsional, las sentencias firmes deben ser canceladas dentro de los 120 días. Pero eso no se cumple y Anses abona todos los años la partida que marca el Presupuesto Nacional que alcanza a unas 30.000/35.000 sentencias.
Con relación a los últimos años, hay una menor cantidad de nuevos juicios. Luego del pico de demandas registradas entre 2009 y 2012, con casi en promedio 9.000 mensuales en 2010, los nuevos juicios de los jubilados fueron descendiendo a menos de la mitad. Y en lo que va de 2018 bajaron otro escalón porque suman, en promedio, 2.500 mensuales.
Ese pico de demandas se produjo como consecuencia de los fallos de la Corte Suprema, casos Badaro (2007) y Elliff (2009) que ajustaron la variación de las jubilaciones y de los sueldos que se toman como referencia para el cálculo del haber inicial. Ahora se agregó el fallo de la Corte (caso Lucio Blanco) de diciembre pasado que ratificó el índice Isbic que arroja un aumento más alto para los reajustes de haberes y descartada la aplicación del Ripte, uniformando los criterios judiciales a la hora de resolver las demandas de los jubilados.