Las oportunidades en el mercado laboral santiagueño para hacer ciencia
“Santiago ha crecido muchísimo en lo que es investigación científica para trabajar”, recalcó la Lic. Daiana Peralta. Ahondó que “dentro del sistema de becas del Conicet o de otros tipos de instituciones o la misma universidad, se puede hacer investigación.
Antes, la cantidad de becarios no era la misma, al tiempo se abrieron instituciones, edificios con equipamiento e investigadores que fueron repatriados apostaron por Santiago.
Y yo sabía que podía trabajar y así pedí la beca post doctoral, que es lo que estoy haciendo actualmente”. Igualmente señaló que “lo que está complicado para un biotecnólogo, y más un doctorado, que tiene una especialidad definida y son pocas las industrias, que incluso en Tucumán muchas no hay”, relató. Apoyar la ciencia Por su parte, la Lic. Anahí Soria aporta su visión en cuanto a políticas de Estado nacionales necesarias para fortalecer la profesión científica: “Si quiero que mi país se desarrolle, necesito más recursos humanos formados y calificados, de allí la importancia de elegir carreras duras y políticas nacionales de apoyo a la ciencia.
Es necesario abarcar a la formación de recursos humanos y generar vínculos con empresas y universidades, además de invertir para que más empresas tomen a personal calificado y confíen con este tipo de profesionales puede hacer una diferencia”, resaltó. Hacer ciencia “por amor y vocación”, es una característica que define a este grupo de chicas.
La licenciada en química, Carolina Santacruz, explica que haber encarado el doctorado “te especializa mucho en un tema y cuando sales a buscar trabajo en una empresa, puede ser una opción arriesgada. Hacer una investigación aplicada o hacer transferencia es una inversión de riesgo, ya que la mayoría de las empresas de base tecnológica son extranjeras, y el Estado a veces no encara este tipo de inversión, por eso se busca la contraparte de las empresas privadas”, comenta.