El desafío de ser madre y científica

La discriminación laboral que sufren las mujeres por el simple hecho de ser madres, no es un asunto novedoso. En muchas instituciones de otros países, las mujeres reciben una red de apoyo, becas especiales, mayor flexibilidad laboral y hasta talleres para enfrentar el cambio que significa ser madre y científica a la vez.

Desde Amautas Huarmis, explicaron cómo muchas mujeres vieron afectadas sus carreras laborales por la maternidad. Al respecto, Anahí Soria aportó su mirada: “es necesario empezar a llevar adelante políticas de género hacia dentro de la institución y se promueva el ascenso rápido de las mujeres.

No es un problema de número, sino que tiene que ver en cómo compatibilizar la vida personal con la vida profesional, porque muchas investigadoras que son mamás, están un poco retrasadas en la presentación con sus informes y sin prórrogas. Nuestra productividad se mide por la cantidad de artículos científicos publicados, pero alguien que fue mamá recientemente, no pudo dedicar ese tiempo en el trabajo.

Por eso quizá a un hombre le lleva dos años ascender al siguiente nivel, y a una mujer tres o cuatro año más tarde”, ejemplificó. En este marco, desde la agrupacion, especificaron que en las consideradas “áreas duras”, donde aparecen carreras como las de biología o química, “son las más elegidas por las mujeres, a diferencia de las ingenierías, donde es más difícil que nuestras pares puedan entrar al mundo laboral, como ser institutos, jefas de grupos y algunos laboratorios”, entre otras áreas.

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