Poesía de Néstor Mendoza


ADENTRO DE ESTE HUECO

Que nada te toque, después

de este año sin amor.

Brillan el rojo y el verde

del malvón, que compré,

en la vereda del súper

de los chinos.

Adentro de este hueco:

ya no fumo, ya no bebo;

sin embargo algo hace pogo;

y empuja y empuja y

a veces sueño

que soy De Niro en Taxi driver

yéndose al carajo,

de a poco: te invito a ver porno

sin la testa de mohicano, todavía.

Adentro de este hueco

digo: ya me esnifé la conciencia,

apaguen esa música que

le pasa el trapo al alma.

Ya sabes, adentro de este hueco,

estoy encendido de tan azul

y siempre sueño

con tu pelo lacio

morado

turbio.

Arrojado a los perros

adentro de este hueco

espero que nada te toque.

Voy a tatuarme un malvón

después de 1 año

sin amor.


PUEDES NO TENERLO

Cuido mi corazón

Tengo chagas

Tomo mate bajo El limonero

a 45 grados ida y vuelta.

Creo en Riquelme

En parar el juego

Y acelerarlo cuando se debe.

Dejo los sermones para los que

Dicen saber

Me anoto en la escuela de artes

Y oficios,

El curso de electricidad y plomería

Valen más que una lectura de Hegel.

Espero otro diciembre como este

Que se va

Y no vuelve;

Escucho tears for fears

-no hay con Que darles-.

Me dio el toc de la pintura,

Verjas zócalos puertas.

Miro a mis perros

Los abrazo.

Estoy vivo.

Leo cosas:

Si ese negro cielo

trae piedra, por ejemplo.

Gané en un juego por primera vez,

Voy a correr el maratón

De Berlín.

Mi corazón tiene aguarrás y

Lo voy a pintar para Reyes

De azul y amarillo,

Como la pelota que me regaló

Mi vieja a los 7 años

Y la llevo adentro todavía...

Y rebota y rebota.

No voy a hacer el amor nunca más

Porque si,

Por deporte,

Nunca fui deportista.

Tengo chagas

Dejo cuidar

Mi corazón...


LISTA DE DESEOS

Que se abra ante tus ojos

la vista de unos peces

que se suspenden unos segundos

en el aire y dejan ver su mundo

plateado, una noche, a orillas del Dulce.

Que el amor profundo

devenga crisis y miedo y silencio.

No hay territorio que conquistar;

la geografía de los corazones helados

no es para mí; no la quiero para vos.

Que las enteras noches de calor

y fuego no quemen demasiado

tu corazón lleno de pájaros

que no saben morir sin un abrazo

Que puedas cantar a la hora de perderte

en esos pensamientos malos

húmedos y gigantes y tan tuyos

-la magia de los perseguidosesa

magia quiero y celebro.

Empiezo un año nuevo

escribo para no estar muerto

ni solo ni ebrio como aquel

1 de enero del 2005.

Florezco.

Soy otro

para que vengas

y me abraces

como antes

como siempre.


EL COLOR DE TU PELO

Siento nostalgias de lo que ha muerto en vos

De la parte que me toca en ese entierro

En esta ciudad arrasada por el verano

Donde los puntos de referencia

Se tornan opacos difusos castrados

Debo encontrarme pero sabemos que

Un golpe de dados no abolirá jamás el azar

Y el color de tu pelo seguirá siendo

Un misterio la depredación y el bien

Todo junto todo suelto

Siento nostalgias de lo que ha muerto en mí

De la parte que te toca en mi entierro

En el color de tu pelo que viaja

Como una ambulancia al hospital regional.


FUMAR Y PESCAR

Este poema habla de recreos, ratas y cucas. De cómo

un hombre llora mientras toca el piano en la Iglesia

Mormona. Este poema dice cosas acerca de cómo se

busca a Dios.

(Tiramos la línea, hablamos de las tetas de la Coca Sarli

y las cosas del amor y el olvido. Fumamos marihuana).

Este poema habla de peces plateados y oscuros hipnotizados

por la carnada con nombre de suicidio seguro.

Este poema nombra cosas que no me han sucedido,

pero no importa.

(Decimos: no le hagas bulla al pescao. Fumamos

tabaco y decimos que Dios está en las tetas de la Sarli,

encerrada en un camión frigorífico).

Este poema se fuma: recuerdos como barquito de

papel yéndose por una boca de tormenta. Este poema

no agrega ni quita, tiene los pies descalzos y la inflación

por las nubes.

(No pescamos nada, pero sobre la línea de la superficie

marrón vemos emerger una F100 y atrás del volante

negro, cigarro y sonrisa: Eastwood y al lado la Coca;

que ríen como si hubieran fumado)

No pescamos nada.

Fumamos en silencio.


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