ESCÁNDALO

Apresaron a un contador y a una abogada por desatar una balacera contra cuidadores de un campo

La propiedad se encontraría en medio de un litigio judicial. La Policía les secuestró a los sospechosos una escopeta y una pistola.

Un supuesto contador y su pareja, que sería abogada, terminaron tras las rejas después de desatar una balacera contra los cuidadores de un campo en el interior del departamento Moreno. Los acusados serían oriundos de Chaco y estarían en litigio por la posesión de las tierras. Dos hermanos y un joven vivieron una verdadera odisea que de milagro no terminó en tragedia. El hecho salió a la luz la noche del jueves cuando Mario Rojas, de 42 años, domiciliado en Quimilí, encargado de un campo distante 90 kilómetros de esa ciudad en el departamento Moreno, se presentó en la Seccional 29. El damnificado manifestó que horas antes había tomado conocimiento que una pareja se había hecho presente en el establecimiento agropecuario que comprende 5.800 hectáreas, sobre el cual pesaba una medida cautelar de no innovar, por estar en un litigio judicial. En ese momento estaba el hermano del denunciante, José Rojas, como casero y un joven de 30 años identificado como Juan Bulacio, quienes estaban cuidando la propiedad. Los visitantes llegaron en una camioneta Ford Ranger negra y se habrían presentado ante Rojas como el contador Fontana y la mujer dijo que su apellido era Vitaca, ambos oriundos de Chaco. La pareja solicitó hablar con el encargado, por lo que José Rojas se alejó para hablar por teléfono con su hermano que se encontraba en Quimilí. Mario Rojas le recomendó a su hermano que cerrara el portón y que aguardaran su llegada. José cerró la tranquera y le habría pedido a los visitantes que esperaran, y se alejó junto a Bulacio a la casilla. Aparentemente ello habría enfurecido a los chaqueños, quienes abrieron la cerca e ingresaron. Ataque Según el relato de los denunciantes, la pareja ingresó y los sorprendió por la parte trasera. La mujer descendió empuñando una pistola 9 mm y le apuntó a la cabeza a José Rojas, amenazándolo: "Qué m... me vienes a cerrar el portón. Ya te dije que se vayan a la m... de aquí". En tanto, el acusado también portaba una escopeta con la que amenazaba a Bulacio y la mujer habría golpeado con la culata de la pistola a Rojas. Posteriormente ambos habrían comenzado a efectuar disparos, por lo que los damnificados comenzaron a correr en busca de refugio. Rojas llegó hasta la casa de un vecino, distante unos 600 metros, desde donde alertaron a su hermano de lo sucedido. Mario Rojas llegó al campo alrededor de las 21, y al intentar entrevistarse con los dos acusados que se encontraban dentro del campo, éstos lo habría recibido a tiros, por lo que tuvo que retirarse para resguardar su integridad y la de su familia que lo había acompañado. El encargado alertó de la situación a la Policía y los uniformados partieron hacia el campo, arribando alrededor de las 23. Los efectivos recorrieron la zona tratando de ubicar a Bulacio, cuyo paradero era un misterio. Se temía que haya resultado herido por los disparos, pero afortunadamente logró ser ubicado en la casa de otro vecino del sector. Posteriormente los funcionarios policiales cercaron a la pareja hasta que se dispusieron a reducirlos. La mujer al ver la presencia policial arrojó el arma dentro de su camioneta y dijo ser abogada. Por disposición de la fiscal de turno, Dra. Lorena Nieva, ambos fueron aprehendidos y trasladados a la dependencia policial. En poder de los sospechosos les secuestraron una escopeta calibre 12/70 y una pistola Bersa 9 mm. La mujer sería en realidad de apellido Chávez y el hombre, Fontana. La fiscal solicitó la planilla de antecedentes de los dos.

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