Luciana le contó a la fiscal dónde no le quisieron tomar la denuncia por las amenazas de su ex
La joven madre que recibió el alta el domingo se entrevistó con la Dra. Ovejero y aportó datos sobre su relación con Santiago Sosa, el agresor.
Con una profunda herida en su frente, sigilosa y buscando pasar inadvertida, Luciana Fioretti -la joven madre que fue acribillada a tiros por su ex pareja, Santiago Sosa- arribó al Centro Judicial Banda cerca del mediodía de ayer.
Tal como lo había adelantado EL LIBERAL, la Dra. Marta Elena Ovejero citó a la víctima para escuchar su relato y responder algunas de las preguntas que la fiscalía tenía para hacerle. Cuidada por su padre y su tío -quienes se encontraban a pocos metros de la oficina donde la joven declaraba- Luciana contó su versión de los hechos.
Sin variar en nada de lo que manifestó cuando habló con Noticiero 7, la futura maestra jardinera recreó una vez aquella noche de domingo, cuando el padre de sus hijos arribó a su casa en el Bº San Fernando y la atacó a tiros.
La joven manifestó que ‘jamás’ imaginó que su ex pareja -con quien convivió 7 años- podía llegar a dejarla al borde de la muerte. Además confirmó que Santiago consumía marihuana y cocaína.
"Cuando él llegó a mi casa y me midió con sus dedos dónde me iba a pegar los tiros, no creí en eso y por eso no hice la denuncia de ese hecho", reveló al ser consultada sobre un episodio ocurrido los últimos días de noviembre.
Sobre un incidente puntual, que desencadenó que ella pidiera ayuda en la policía dijo: "El día que se presentó fuera de mi profesorado -creo que era 29 o 30 de noviembre (2018)- llegué a mi casa y le conté lo que pasó a mi padrastro".
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Afirmó que acompañada por la pareja de su madre -cerca de la una de la madrugada se dirigió hasta la policía. "Llovía recuerdo. Llegué a la Cómisaría del Menor y la Mujer y de la puerta me atendió una mujer policía. Era blanca con el pelo teñido de rubio. Le conté lo que me pasó y ella me preguntó si convivíamos. Le dije que no. Me miró para ver si tenía golpes y como no estaba lastimada me dijo que no les correspondía a ellos tomar la denuncia", ahondó.
"Me dijeron que vaya a la Seccional 13 que está sobre calle Yrigoyen. Cuando les dije dónde vivía, me respondieron que no les correspondía a ellos. Que tenía que ir a la 47". En esta última dependencia, según los dichos de la víctima ante la representante de la Unidad de Violencia de Género, sí le tomaron la denuncia.
"Les dije que quería hacer una denuncia, les comenté lo que pasaba, además de las amenazas de mi ex. Me pidieron que les muestre una foto y ellos lo reconocieron. Les comento lo sucedido en el profesorado y cuando les hice escuchar el audio de mi suegro, que me alertaba de cómo andaba Santiago, ahí decidieron tomarme la denuncia", sostuvo la víctima.
Según manifestó Luciana a la Dra. Ovejero, ella contó toda su situación a los policías y finalizado el acto firmó sin leer lo que habían escrito. "Cuando llegué a mi casa recién me di cuenta que no habían puesto todo lo que conté", sostuvo dejando entrever que los funcionarios aparentemente habían malinterpretado sus palabras.
La joven madre aseguró que esa fue la única vez que fue a pedir ayuda a la policía.