Pablo Carrasco, acusado del crimen de Estela López, contará su verdad
El sospechoso lleva un año detenido. Para los investigadores hay numerosos indicios que lo complican. Expectativa por lo que pueda llegar a aportar.
A días de cumplir un año detenido, el policía Pablo Carrasco, único sospechoso por el crimen de Estela López de Auad, solicitó ampliar su declaración indagatoria y hay una enorme expectativa porque por primera vez dirá su verdad.
El funcionario policial, que supo ser custodio de Nahuel Auad, hijo de la víctima, se abstuvo de declarar días después de haber quedado tras las rejas el 19 de diciembre de 2017.
Ahora su abogado defensor, Dr. Eugenio Chavarría, solicitó que se fije una fecha para ampliar su declaración, dispuesto a contar su versión sobre los hechos. La jueza de Transición, Dra. Rosa Falco, dispuso habilitar horas durante la feria judicial y la medida se concretará el próximo viernes 4 de enero a las 10 de la mañana.
El policía de 35 años imputado por el supuesto delito de "homicidio calificado por alevosía y ensañamiento", en perjuicio de Estela López de Auad, la empresaria que fue asesinada de más de 20 cuchillazos en el interior de su casa de calle San Martín casi Moreno el 23 de diciembre de 2015.
En los primeros dos años de la investigación se elucubraron numerosas hipótesis y versiones sobre él, la o los posibles autores del asesinato de la empresaria. Sin embargo, en diciembre de 2017 se concretaron algunas medidas que dieron un giro al proceso.
Si bien el nombre de Pablo Carrasco siempre estuvo entre las líneas investigativas que se barajaban, su figura comenzó a tomar fuerza a partir de testimonios, entrecruzamiento de datos y pericias que llamaron la atención de los investigadores.
Aprovechando la presencia de Halcón, un can entrenado en la búsqueda de rastros de la Unidad K9 de la Policía de Río Negro que prestó colaboración en la investigación del crimen de Marito Salto, se diagramó un operativo para que también intervenga en el caso de la empresaria.
En el domicilio de la víctima el can halló un cortaplumas enterrado, y dos proyectiles 9 mm, uno de ellos en las adyacencias del domicilio. Al día siguiente, el animal trabajó en el automóvil de Carrasco y tras olfatear el cortaplumas, "marcó" el asiento del conductor, habría encontrado pelos e incluso un bisturí.
Las fuentes confiaron que lamentablemente no se pudo obtener un patrón genético de las muestras tomadas del vehículo, el cual llevaba un año secuestrado por aquel entonces.
Pese a que no existen pruebas genéticas en su contra, para los investigadores y la jueza Falco sí habría una suma de indicios que lo ubicar al policía como presunto autor del brutal asesinato.