EXEQUIEL ZEBALLOS

"Todo se va dando con el tiempo"

El "Chango", con apenas 16 años, no se desespera por pegar el salto a la Primera. Por ahora, piensa en jugar el Mundial Sub17 y salir campeón con la Sexta del "Xeneize", aunque cuando se le consulta por un llamado de Alfaro para hacer la pretemporada, responde con un tímido "ojalá".

Desde chiquito su sueño fue jugar en Boca. Por eso a los 11 años no quiso irse a Rosario Central. Él sabía que la oportunidad llegaría y no tardó. A los 12 empezó a jugar en Infantiles del "Xeneize", a los 14 se fue a vivir en la pensión para iniciar su camino en Inferiores. Y ayer, con 16 años, Exequiel Zeballos firmó su primer contrato profesional con Boca Juniors.

Se dio todo muy rápido. A la mañana temprano se subió al avión con su papá Oscar y su mamá Silvia. Al mediodía firmó su contrato y a la tarde ya estaba de vuelta en su casa del barrio El Paraíso de La Banda. Allí, a 150 metros del primer potrero que lo cobijó, Exequiel recibió a EL LIBERAL.

Con la misma chispa y frescura que se muestra en la cancha, se desenvuelve frente a los micrófonos. Y a pesar del ser el primero de la categoría 2002 que firmó contrato en Boca, no se marea ni se desespera por llegar a la Primera.

"Estoy muy contento, más que orgulloso por mí mismo y por mi familia que también están muy contentos. Hay que tratar de disfrutarlo porque esto lo veníamos buscando hace mucho", reveló.

"Cuando me entero del tema estaba muy contento, me puse muy feliz. Me puse las pilas con el tema del colegio y pude firmar el contrato. Boca nos pide mucho y nos exige con el tema del colegio y me parece muy bien. Pero este año tuve muchos viajes con la selección y falté bastante al colegio, por eso andaba mal. Pero después pude rendir bien todas las materias y pasé a quinto año", añadió.

Llegar a Primera no lo desvela. "Hay que ir paso a paso como dice mi viejo, que todo se te va dando con el tiempo. Y si andas bien, seguro se va a dar. Por eso me lo tomo con calma porque al fútbol hay que disfrutarlo", explicó.

Gustavo Alfaro será el nuevo entrenador de Boca. ¿Y si mira hacia adentro del club y te cita a la pretemporada? "Ojalá que sí, si Dios quiere. Todo se lo dejo a él", responde convencido.

Balance y objetivos

A la hora de hacer un balance del 2018, Exequiel contó: "En Boca más que contento porque obtuvimos el campeonato Apertura, en el primer semestre, y salí goleador. En cuanto a la selección, tuve muchas experiencias lindas como el viaje a México y a Francia, a principios de año. Y por todos los amistosos que también te van sumando experiencia, sobre todo con Brasil que es el clásico. Fue todo muy lindo y estoy muy contento", remarcó.

Ezequiel tiene en claro sus objetivos para el 2019. "Entre el 4 y el 7 de enero volvemos a entrenar por el Sudamericano que es en marzo, en Perú, y tenemos que clasificar al Mundial que es a fines de octubre, también en Perú. Esos son mis principales objetivos para el 2019. Y andar bien en Boca, por todo lo que me ha dado. Estoy más que agradecido con todos, los utileros, los técnicos y mis compañeros. Este año paso a Sexta y voy a dar todo", resumió.

"Es una motivación grandísima jugar un Mundial porque estamos representando a nuestro país las 24 horas. Y más que un Mundial lo ve toda la gente, así que a dar todo", agregó.

Al hablar sobre sus características de juego, al delantero santiagueño le gusta que lo comparen con Ricardo Centurión. "Cuando esta estaba en Boca me habían dicho que me iban hacer hablar con él por el tema de la bicicleta, que es una jugada que me gusta mucho y Ricky la hace muy bien, pero no pasó nada. Pero sí tengo una foto con él", contó.

Exequiel definió a "Centu" como su ídolo y sorprendió al confesar que "lo tenía a Cristiano también pero ahora no porque no hace mucho la bicicleta. Antes la hacía mucho, cuando estaba en el Manchester".

La bicicleta es uno de los "chiches" que le gusta tirar al "Chango" en los partidos. Y no se achica con las patadas que recibe a cambio. "La bicicleta es una jugada que practico mucho y me gusta, al igual que la elástica y el taco por detrás, esas tres jugadas me gustan porque cuando las hago me veo distinto. Ligué muchas patadas, contra Perú hasta me pisaron. Pero a mí me encanta que me pateen y que me caguen a puteadas también. Yo les contesto tirando chiches", confesó con total desparpajo.

"Cuando jugaba en Santiago era igual. Mi primera bicicleta fue a los cinco años, en la escuelita de Picucho, contra Villa Unión. Yo jugaba en todos lados a esa edad, unas ganas de jugar tenía... después empecé a viajar a otras provincias a jugar torneos y en uno de esos es donde me ve Boca", recordó.

Boca siempre estuvo en su horizonte, por eso a los 11 años rechazó dejar la escuelita de Sarmiento para irse a Rosario Central: "De chiquito soñaba jugar en Boca. Pero aparte no me quería ir porque todavía faltaban tres años para ir a Sunchales y todos esos viajes que son muy lindos y que sumas experiencia. Además, como era tan chiquito, yo no sabía bien qué era Rosario Central, pensaba que era un club normal como cualquier otro de Santiago. Y lo tenía a Boca allá arriba. Y justo al año siguiente me ve Boca. Esperé mucho ese momento".

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