Salió en libertad, se drogó, golpeó a su abuela, a su madre, se atrincheró y amenazó con matarse
Estuvo tras las rejas por violencia de género. Pedía que su ex se hiciera presente para deponer su actitud. Antes ingirió veneno para insectos. Quedó otra vez aprehendido.
Minutos dramáticos y de extrema tensión alteraron la calma que reinaba en el Bº Parque Industrial, durante la madrugada, cuando un joven, adicto a las sustancias tóxicas, golpeó a su familia y amenazó con matarse.
El calvario de "María" (nombre ficticio) se inició minutos después de las 23, cuando su hijo "Juan" (nombre ficticio) comenzó a consumir sustancias tóxicas. El joven había salido en libertad el pasado martes tras estar 15 días preso por golpear a su concubina a quien no debe contactar.
María (58), quien también vive con su madre de 90 años, notó que su hijo estaba alterado y caminaba de un lado al otro por toda la casa. En un determinado momento, Juan comenzó a gritar: "Ésta se fue a una joda a verse con su amante", haciendo referencia a su ex pareja.
La mujer intentó contener a su hijo, pero él lejos de calmarse le reclamó: "Vos estás de acuerdo con lo que anda haciendo ésta", mientras comenzaba a amenazar con suicidarse. "Ya me voy a ir, ya me voy a ir ya vas a ver, ya no voy a molestar más".
Según la denuncia de la afligida madre, Juan comenzó a levantar la voz exigiéndole que llamara a su ex pareja por teléfono, por lo que María tomó su celular y simuló una comunicación. Más tarde le expresó que nadie la atendía. La situación se tornó incontrolable para María, ya que el estado de nerviosismo acrecentaba sobremanera. En ese momento apareció la abuela y trató de controlar a su nieto.
El irascible sujeto hizo todo lo opuesto al pedido de la anciana y reaccionó con violencia contra ella; la atacó con golpes de puño y la derribó al suelo. Ante la brutal escena, María se interpuso para que cesaran las agresiones.
Juan, completamente fuera de sí, tomó del cuello a su progenitora y le aplicó un golpe de puño en la boca, en la cabeza y en el hombro. Tras el ataque, el acusado corrió hasta un sector de la cocina e ingirió veneno para insectos, entre otras sustancias, mientras gritaba que se suicidaría porque no tenía "nada que perder".
Temiendo por su vida y la de su madre, María salió a la calle a pedir ayuda. Un vecino se acercó, entró a la casa y tranquilizó a Juan, mientras otros llamaban a la policía, pero la paz solo duró escasos minutos ya que al ver a los uniformados otra vez comenzó con las agresiones.
Su madre y su abuela fueron expulsadas por el acusado, quien tomó un cuchillo, se lo colocó en el cuello y amenazó con matarse. Los efectivos para evitar que sucediera una tragedia, dicidieron solicitar la presencia de los negociadores. Tras varios minutos de conversaciones, ya cerca de las 3 de la madrugada, los especialistas del comité de crisis lograron reducirlo y por orden del fiscal de turno -Dr. José Piña- quedó nuevamente tras las rejas.