Cayó el dueño de una farmacia por supuesta venta de psicofármacos "sin recetas", en Lavalle al 1800
El procedimiento lo hizo la Policía Federal. La denuncia databa de 90 días y se concretó una "compra controlada".
El propietario de una farmacia del oeste fue detenido ayer tarde, sospechado de vender pastillas a escalas indiscriminadas, sin receta alguna, en el oeste de la ciudad capital.
"Suministro infiel de medicamentos", sería la imputación enrostrada por el fiscal Pedro Ibáñez.
El operativo ha sido ejecutado por efectivos de la Policía Federal en un local de Lavalle al 1800.
Fue resultante de una investigación de 90 días, originada por una denuncia.
En esencia, se enrostró al hombre vender medicamentos violando las normas, sin que se conozcan quién o quienes motorizaban las operaciones.
Un vocero señaló que los federales concretaron una "compra controlada".
En la práctica, un civil adquirió pastillas sin recetas, todo vigilado y certificado por los policías.
Rumbo a Los Flores
Tras el trámite, notificación mediante, el farmacéutico fue ascendido al patrullero y alojado en un organismo policial de Los Flores.
El operativo incluyó el secuestro de pastillas, recetarios,una computadora y un vehículo.
Ahora, la Fiscalía recibirá los secuestros y los analizará con su equipo de técnicos, trascendió anoche.
Salud
Por otra parte, también se supo -al cierre de esta edición- que los federales colocaron una faja de clausura a la farmacia.
Hoy, la Fiscalía remitiría parte de las acciones a las autoridades de Salud de la Provincia, a fin de que verifiquen el funcionamiento de la farmacia.
Por ende, los funcionarios avizoraban dos investigaciones paralelas: la conducta Penal del detenido y la operatividad, o no, del local allanado.
Viernes, ante Ibáñez
Asimismo, para mañana la Fiscalía proyectaría la indagatoria al sujeto.
Nadie asegura que los tiempos corran a favor del proceso y es probable que el trámite sea pospuesto para la semana venidera.
Mientras tanto, los federales tendrían previsto otros procedimientos.
Esta vez le apuntarían al o los compradores de pastillas, el otro eslabón para la concreción del delito. Mal que le pese al detenido, esa respuesta aguarda Ibáñez escuchar, por añadidura y decantación.