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Derrame ocular interno: lo que hay que saber

Por el Dr. Ricardo Passone Oftalmólogo

n derrame ocular interno se presenta cuando aparece una mancha roja de sangre bajo la conjuntiva ocular, que es, recordemos, la fina membrana o tela transparente que recubre el ojo y se encarga de proteger la esclerótica o la parte blanca del mismo.

La causa más habitual de esta anomalía es la ruptura de uno de los vasos sanguíneos que se encuentran en esta capa. Es una circunstancia que no se puede prever y a la que no le anteceden síntomas concretos; simplemente sucede.

Todo lo que debes saber

La alarma que suele provocar en los pacientes la aparición de una mancha roja en los ojos como producto de un derrame ocular interno, es mayor que en otras anomalías de carácter similar. Por ello, conviene estar bien informado sobre lo que podemos hacer ante una circunstancia de este tipo. Hoy queremos repasar contigo algunas de las dudas más frecuentes en torno de este tema:

1. ¿Qué puede ocasionar un derrame ocular interno? No existe una única causa. La mayoría de las veces se debe a aumentos bruscos e incontrolados de la presión sanguínea, por ejemplo luego de los estornudos o de las toses demasiado intensas. También pueden influir directa o indirectamente enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes o cualquier otra que altere la coagulación normal de la sangre.

2. ¿Un golpe en un ojo lo puede provocar? Sí, aunque no siempre sucede. El golpe debe ser demasiado fuerte como para alterar el normal funcionamiento de los vasos sanguíneos y provocar el derrame como tal. A otros pacientes les sucede cuando se frotan los ojos con demasiada intensidad, provocando traumatismos que derivan en ello.

3. ¿Qué pasa si la hemorragia es intensa y recurrente? En este tipo de casos, lo mejor es acudir de inmediato al oftalmólogo para que sea él quien determine la gravedad de la lesión y defina el tratamiento a seguir.

4. ¿El derrame ocular interno es síntoma de un problema más grave? Por lo general, no. Si es una anomalía leve, desaparecerá al cabo de un par de días. Lo más habitual es que el derrame siga su curso sin ninguna complicación y que su reabsorción se produzca de forma automática.

5. Si no tiene síntomas, ¿cómo saber que se trata de un derrame? Además de la mancha roja que se genera bajo la conjuntiva ocular, un derrame ocular interno se puede identificar porque genera varias molestias y altera la visión normal. Por ejemplo, es habitual que persista una sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo o una irritación excesiva. Ambos síntomas se pueden controlar con la ayuda de lágrimas artificiales, aunque, eso sí, el uso de estos productos debe contar con la supervisión de tu oftalmólogo.

6. Si lo he sufrido una vez, ¿puede volver a pasarme? No necesariamente, aunque sí que es verdad que existe una alta probabilidad de que haya un segundo derrame ocular interno en aquellos pacientes que lo sufren por primera vez. Para evitarlo, es fundamental llevar un control asiduo de la presión arterial con ayuda de tu médico. Recuerda: el derrame ocular interno sólo supondrá un riesgo severo para tu vista si al cabo de los días no hay reabsorción del mismo. Por lo demás, suele ser una anomalía que desaparece en un plazo de 8 o 10 días. No es lo mismo manchas rojas que tener venas en los ojos. Cuando los capilares de la esclerótica o esclera, que es la parte blanca del ojo, se hinchan provocan la aparición de venas en los ojos perceptibles a simple vista y bastante llamativas. Salvo que vayan acompañadas de molestias y otros síntomas, no se trata de un problema del que debamos preocuparnos, siendo lo más probable que desaparezcan de forma espontánea y sin necesidad de tratamiento a los pocos días de su aparición.

Causas de las venas rojas en los ojos

Los motivos de esta hinchazón, que puede ser repentina o más o menos progresiva, son diversos:

• Un sobresfuerzo al toser o estornudar.

• Golpes fortuitos.

• Forzar la vista por pasar demasiado tiempo ante el ordenador u otro aparato con pantalla electrónica.

• Leer, coser o realizar alguna actividad con escasa luz.

Pueden derivar en manchas rojas

En ocasiones estas venas de los ojos, también conocidas como capilares o vasos sanguíneos, no solamente se hinchan sino que llegan a romperse. Cuando esto ocurre, se produce una mancha roja, cuyo tamaño puede llegar a ser considerable, y cubrir una buena parte de la conjuntiva, que es una membrana fina y transparente que cubre la esclerótica.

¿Debo preocuparme en este caso?

Lo cierto es que, pese a la aparatosidad de estos derrames oculares, las manchas rojas en los ojos, denominadas técnicamente hemorragias subconjuntivales, suelen ser igual de inofensivas que las venas hinchadas. La mayor parte de las veces, tanto las venas en los ojos como las manchas rojas desaparecen por sí solas al cabo de una semana aproximadamente.

¿Cómo se tratan?

Como hemos visto, las venas hinchadas en los ojos son casi siempre un problema leve y pasajero, el cual desaparece de manera espontánea sin que sea necesario ningún tipo de tratamiento.

Por lo tanto, se trata simplemente de tener un poco de paciencia y esperar de 3 a 7 días para que estos capilares se desinflamen por sí mismos o la sangre acumulada en la esclerótica (cuando ha habido rotura de los capilares) vaya diluyéndose.

Solamente si el derrame es de una cierta intensidad puede ser recomendable el uso de lágrimas artificiales, con el objeto de aliviar las molestias que pueden notar algunas personas por el roce del párpado con la zona afectada, en el caso de que esta llegue a hincharse lo suficiente.

Prestar atención si son recurrentes

Una excesiva recurrencia de las venas en los ojos y especialmente de las manchas rojas producidas por hemorragias subconjuntivales pueden ser indicativas de tener la tensión arterial alta.

Este problema es importante que sea controlado y tratado, ya que puede derivar en graves problemas de salud. Por este motivo, la frecuencia y recurrencia de esta alteración debe ser la vara de medir que nos indique si debemos o no acudir a un especialista en oftalmología.

Una última aclaración: presión arterial no es lo mismo que presión intraocular de ojo, la cual tiene unas consecuencias y sintomatologías muy distintas.

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